24 abril 2008

La dispersión es tan brutal... en mí...

Uno quería hacer las cosas siempre bien,
el otro , en cambio, quería romperlo todo,
el tres pensaba que nada importaba
y el cuarto siempre quería dormir,





el quinto siempre proponía que corriera, a donde fuera, lejos, lejos,
y el sexto sólo pensaba en follar,
y al siete sólo le importaban las canciones,
al ocho sólo lo que pudieran decir,
al nueve cómo sonarían si la tocara otro,
y el diez se preguntaba si te iban a gustar,
después de una semana sin hablar,
el once nunca se inclinaba
y el doce siempre tenia una opinión,
el trece se encargaba de la buena suerte,
y el catorce nunca quería mirar atrás,
los diez siguientes pensaban en diez cosas diferentes
llegando hasta los veinte
sin saber qué voy a decir,
simplemente, que aún no se contar...
simplemente, que aún no se contar...
los treinta siguientes se miraban con los dientes,
se peleaban y jugaban a ser fuertes.
los números pares no encontraban sus lugares,
y los impares parecían números naturales,
los decimales, sugerían que no éramos normales,
y el infinito, nos convierte en números irracionales,
... irracionales ... irracionales ... irracionales ...
Y no hablaremos de los números primos,
que sólo se dividen por uno o por ellos mismos...
... irracionales...

'Personalidad múltiple' - Iván Ferreiro