Pasa todo
de corto pasa el placer
lo amargo pasa de largo
Los adoquines se pulen a cada paso
los muros son testigos de cada arañazo
Una colección de manantiales
en los que recordar
quién es
al ego
Cuelgo mis zapatos en los pasos de cebra
me espero llegar en cada una de mis esquinas
Reposo mis relojes, mis ecos, mis posos
mis sonidos huecos y chirriantes
mis susurros
mis sonidos sordos
Nunca la digestión se hizo a puñetazos