24 febrero 2011

It’s traveling on a plane on my way



This never ending song is scratching, scratching my brain
like a vinyl in desire
this never ending thought is coming and is gone
it’s traveling on a plane on my way.

And in a highway too, as if I speak for you and I say
that you did those things I did in the past, it’s true in a truck I do
keep your stuff in my pocket,
just like I did with the days we flew.

This never ending song is coming and is gone
it’s traveling on a plane on my way.

Gone, play on...

[Russian red - Gone, play on]

J....! Con la p... canción! Va a 'destrozarlo' todo...

[Obra digital: Víctor Marín González]

Transeúnte - 07



Cambia la estación
en las células de mis ojos
cae la hoja
y eleva el viento
la paradoja de cientos
de veces sintiendo
vértigo y vacío
cuando estoy más lleno

Es la cojera de cientos
de veces sintiendo
el abandono
anhelando la balsa
el clavo ardiendo
un motivo
que me mueva
que se haga mi dueño

Es la moneda al aire
las veces que siento
la pétrea resistencia
sólo cuando recibo
y luego hambriento
de esos cuerpos
con olores y piernas,
vientres y senos
planetas y miradas
densas y clavadas
toneladas de silencio
listas la catapultas
los escudos
las espadas
para recibirlas de nuevo

Y así
esa sensación
que me atrapa
imantado por la necesidad
de recuperar el sueño
una vez despierto

Esa contradicción
de absoluta cordura
de pitillo
creatividad y tetera
de escribir y pintar
sólo para oírme
a pesar de la sordera

Y veo
entre mis dedos
las frases de la ceguera
de la persona mayor
el tiempo es mi loción
de saber sereno

Más aprendo yo
de lo sutil
de lo de menos
de lo pequeño

Es donde me encuentro

23 febrero 2011

Fuerza



[...] en la cama de uno de los muchos hoteles en los que hacían el amor, Sabina jugaba con los brazos de Franz:
—Es increíble —dijo— que tengas esos músculos.

Franz se alegró por el elogio. Se levantó de la cama, cogió una pesada silla de roble por la parte de abajo de la pata, junto al suelo, y la levantó lentamente.
—No tienes que tener miedo de nada —dijo—, yo podría defenderte en cualquier situación. Antes participaba en competiciones de judo.

Consiguió levantar el brazo con la pesada silla por encima de la cabeza y Sabina dijo:
—Es agradable ver lo fuerte que eres.

Pero para sus adentros añadió lo siguiente: Franz es fuerte, pero su fuerza se dirige sólo hacia fuera. Con respecto a las personas con las que vive, a las que quiere, es débil. La debilidad de Franz se llama bondad. Franz nunca podría darle órdenes a Sabina. No le ordenaría, como en otros tiempos hizo Tomás, que coloque un espejo en el suelo y ande encima de él desnuda. No es que le falte sensualidad, pero le falta fuerza para mandar. Hay cosas que sólo pueden hacerse con violencia. El amor físico es impensable sin violencia.

Sabina miraba a Franz que caminaba por la habitación con la silla levantada, aquello le parecía grotesco y la llenaba de una extraña tristeza.Franz dejó la silla en el suelo y se sentó en ella mirando a Sabina.

—No es que no me agrade ser fuerte —dijo—, pero ¿para qué necesito estos músculos en Ginebra? Los llevo como un adorno. Como unas plumas de pavo real. En la vida me he peleado con nadie.

Sabina continuó con su meditación melancólica: ¿Y si tuviera un hombre que le diera órdenes? ¿Alguien que quisiera ser su amo? ¿Cuánto tiempo iba a aguantarlo? ¡Ni siquiera cinco minutos! De lo cual se deduce que no hay hombre que le vaya bien. Ni fuerte ni débil. Dijo:
—¿Y por qué no utilizas nunca tu fuerza contra mí?
—Porque amar significa renunciar a la fuerza —dijo Franz con suavidad.

Sabina se dio cuenta de dos cosas: en primer lugar, de que aquella frase era hermosa y cierta. En segundo lugar, de que, al pronunciarla, Franz quedaba descalificado para su vida erótica.

[Milan Kundera - La insoportable levedad del ser]

[Pintura: Freud]

Grabando mi nombre en una bala - 59



- Estamos atrapados en la cultura de la prisa y de la falta de paciencia. Vivimos en un estado constante de hiperestimulación e hiperactividad que nos resta capacidad de gozo, de disfrutar de la vida, de acceder al placer que uno puede hallar en su trabajo, en las relaciones humanas o en la comida.

- Entonces, ¿nos hemos quedado sin placeres cotidianos?
- Somos muy superficiales, no profundizamos en esas cosas, si no le aseguro que cada mediodía nos buscaríamos una agradable terraza en la que comer al sol o un restaurante que nos ofrezca nuestra comida casera preferida. Pero optamos por alimentarnos sin disfrutar ¡porque tenemos mucho trabajo! El consumo de drogas en las empresas estadounidenses ha aumentado un 70% desde 1998, estimulantes para rendir más y más.

- ¿Y cree entonces que la lentitud es la solución?
- La lentitud nos devuelve una tranquilidad y un ritmo pausado que nos permite ser más creativos en el trabajo, tener más salud y poder conectarnos con el placer y con los otros. Hay que reaprender el arte de gozar si queremos ser felices.

[Carl Honoré - Elogio de la lentitud]

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Transeúnte - 06



Todo está encriptado
sin resolver
los días nacen para deshacerse
irremediablemente
los instantes se desvanecen
se resuelven limpios

trueque constante
con incipientes enigmas

El arte
es urgencia
es el juego con la espera
es atenuar
la incertidumbre que quema
los rumores de los sentidos
que se retuercen en morse
inestables
inconstantes
tan sujetos a la arbitrariedad
de los estímulos externos
catapultando incógnitas nuevas al viento

matemático agricultor
recogiendo la cosecha de ecuaciones

cada fruto recogido
guarda en su hueso
el aroma
de lo que me sucede

Grabando mi nombre en una bala - 58



No busques crear, deja crecer. No adornes, desnuda lo esencial.

[Alejandro Jodorowsky]

Grabando mi nombre en una bala - 57



Hablar de “amor imposible” es hablar de odio. El amor es posible o no es.

[Alejandro Jodorowsky]

21 febrero 2011

Añicos



[Bibo No Aozora by Ryuichi Sakamoto, Jaques Morelenbaum & Everton Nelson. Endless Flight by Gustavo Santaolalla. BSO 'Babel' dirigida por Alejandro González Iñárritu].

Esta preciosa composición de la BSO de Babel [genial film] en el minuto 4 da un giro sublime...

Y Gustavo Santaolalla toca sus cuerdas...

y con sus cuerdas
me agarra
y me eleva
y en el aire me mueve

colgado
suspendido
allí me quedo

flotando
me sostiene

notas
como gotas
de lluvia serena
de perfume sublime

me desgarra
me desarma
me estremece
me hace añicos

y me sopla
y me reparte
por el cielo

y me entrego

y vuelo



[Fotografía © Eliot Lee Hazel]

18 febrero 2011

Transeúnte - 05



El arte
es rumor de los sentidos
es urgencia en calma

El arte es sospecha

[Fotografía de la pintura: Laura Cano]

Suena el silbato de vapor - 08



El recuerdo anida en los vértices de los huesos ausentes

líquidos olores de electricidad cruda
ovillos de gusanos girando en la nuca
virutas de madera masticando la garganta
espíritus chupópteros punteando el pellejo

se exprimen las calles en sentidos e inercias
en intentos y urgencias de que la mente calle
en farolas y lunas, en soles y sombras

la ciudad
lee en mi piel
latidos
llenos y vacíos

sólida sonora es la presencia de mi silencio hecho carne

me quedo
a esperarme
por si vuelvo

16 febrero 2011

Acariciando aceras - 97



Me estremece
la nieve que olvida
su pasado fluido
agua paciente en su espera
a la llegada del frío
y cuajarse en la flor de la higuera
hasta ser cristales
brillante ojo místico,
universal,
propio y ajeno,
racional
animal
esencia de toda índole.

Y un nombre
que nos niega
si lo digo

Quiero permitirme dejar
mi mirada mirarse
sin obligarse en mi ombligo

Quiero permitirme dejar
ser reloj, números, ritmo
polvo de oro del tiempo conmigo

Ya va sola esta andanza
sabe sonreir al paladar
en los distintos sabores
del arte de amar:
música, poesía, teatro
pintura, escultura y danza

Música



[...] para Franz es el arte que más se aproxima a la belleza dionisíaca entendida como embriaguez. Uno no puede embriagarse fácilmente con una novela o un cuadro, pero puede embriagarse con la novena de Beethoven, con la sonata de Bartok para dos pianos y percusión o con las canciones de los Beatles. Franz no distingue entre la llamada seria y la música moderna. Esa diferencia le parece anticuada e hipócrita. Le gusta tanto el rock como Mozart.

Para él la música es una liberación: lo libera de la soledad, del encierro del polvo de las bibliotecas, abre en su cuerpo una puerta por la que su alma entra al mundo para hermanarse. Le gusta bailar y lamenta que Sabina no comparta esta pasión con él.

Están los dos en un restaurante y mientras comen se oye por los altavoces una sonora música rítmica.

Sabina dice:

- Esto es un círculo vicioso. La gente se vuelve sorda porque pone la música cada vez más alto. Y como se vuelve sorda, no le queda más remedio que ponerla aún más alto.
- ¿No te gusta la música? - le pregunta Franz.
- No - dice Sabina. Luego añade- Puede que si viviera en otra época... - y piensa en el tiempo en que vivía Johann Sebastian Bach, cuando la música era como una rosa que crecía en una enorme planicie nevada de silencio.

El ruido disfrazado de música la persigue desde su infancia. Cuando estudiaba en la academia de pintura, tuvo que pasar unas vacaciones enteras en la llamada Obra de la Juventud. Vivían en unas habitaciones comunes y trabajaban en la construcción de una siderurgia. La música aullaba desde los altavoces a partir de las cinco de la mañana y hasta las nueve de la noche. Le daban ganas de llorar, pero la música era alegre y era imposible escapar de ella, ni en el retrete, ni en la cama bajo la manta, los altavoces estaban por todas partes. La música era como una jauría de perros de presa que hubieran soltado tras ella.

Entonces pensaba que esta barbarie musical sólo imperaba en el mundo comunista. En el extranjero comprobó que la transformación de la música en ruido es un proceso planetario, mediante el cual la humanidad entra en la fase histórica de la fealdad total. El carácter total de la fealdad se manifestó en primer término como omnipresente fealdad acústica: coches, motos, guitarras eléctricas, taladros, altavoces, sirenas. La omnipresencia de la fealdad visual llegará pronto.

Cenaron, subieron a la habitación, hicieron el amor y a Franz se le confundían las ideas en el umbral del sueño. Se acordó de la ruidosa música durante la cena y pensó: "El ruido tiene una ventaja. No se oyen las palabras". Se dio cuenta de que desde su infancia no hace otra cosa que hablar, escribir, dar conferencias, inventar frases, buscar expresiones, corregirlas, de modo que al final no hay palabras precisas, su sentido se difumina, pierden su contenido y se convierten en residuos, hierbajos, polvo, arena que vaga por su cerebro, que le duele en la cabeza, que es su insomnio, su enfermedad. Y en ese momento sintió el anhelo, oscuro y poderoso, de una música inmensa, de un ruido absoluto, un bullicio hermoso y alegre que lo abrace, lo inunde y lo ensordezca todo y en el que desaparezca para siempre el dolor, la vanidad y el nihilismo de las palabras. ¡La música, la negación de las frases, la música, la anti-palabra! Anhelaba estar durante mucho tiempo abrazado a Sabina, callar, no decir ya nunca más una sola frase y dejar que el placer se funda con el estruendo orgiástico de la música. En medio de aquel feliz ruido imaginario se durmió.

[...]

[Extracto de 'La insoportable levedad del ser', de Milan Kundera]

07 febrero 2011

Transeúnte - 04



Colgado del suelo por la gravedad
qué menos da nada, qué más da todo
eres completa y feliz levedad
que se irá de cualquier modo

Nada se templa, todo se cuece
Nada es ruido, todos son nueces

Mi brecha brotando latires
destreza en el vuelo del águila
aquí, sin ires ni venires
aquí, los ojos que el mundo baila

[Fotografía © Aaron Siskind]

04 febrero 2011

Baladí



Fuerte
como el polvo de los huesos con el que caliento las tardes
como el frío del azulejo que sesga la hierba de mi alma
como el paisaje cerámico que araño con mi grito desgarrado
que hace añicos el horizonte naranja que me baña
que agrieta ácidamente los nudos de mi garganta

como este indescriptible sabor que se clava de coronilla a pies
con cada letra
de cada una
de estas palabras que escribo
y que retuercen mi ser

y siento estremecerse
todos los significados
todos los enigmas
todo el universo
dentro de mí

y tiemblo y muero
derrumbándome desde dentro hacia afuera
disolviéndome en la levedad de cada segundo
confundiéndome en cada cosa que me rodea
despareciendo con lo etéreo
dejando de ser en la lógica del tiempo
siendo en la incertitumbre del sentimiento

y
no sé cómo
trémulo
frágil
vulnerable
diminuto
brutalmente estremecido
renazco de nuevo

aquí estoy
dando rostro y nombre
a la más absoluta de las nimiedades

Universos - 09



Los días son incendios en las manos de algún Dios ciego

Universos - 08



A la tormenta se ama porque estremece.

[Fotografía: http://haciendofotos.com/]

01 febrero 2011

Suena el silbato de vapor - 07



Flotando en el vaivén del consuelo del mar
se apagan los fuegos

este aire penetrando los ojos, estas bocanadas
que escuecen, estas arenas del desasosiego

Maldita sustancia hedonista
que fluidifica los trayectos densos de mis venas
que potencia este desliz de cada pisada

este rostro pálido de los días
esta dentadura de terrible escualo que asoma cada mañana
como si fuera mi aniversario y mereciera el regalo

y trinca y baja y sube y suelta
y baila y se cansa
y salta y corre y huye y se presenta
ante cada brote de alegría, de euforia, de sensatez,
y disfrazado de zombi en todas y cada una de mis penas

Maldita sustancia hedonista que flota en el Gánges de la paradoja
vendando sin distinguir ojo de herida
como añorando la muerte mientras muero
como echando de menos vivir lo que ya vivo cuanto más intensa se hace mi vida

[Fotografía © Asako Narahashi]

Vértigo



¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué nos da también vértigo en un mirador provisto de una valla asegurada? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.

[Milan Kundera - La insoportable levedad del ser]

[Fotografía © Carlos Amorales]