03 mayo 2011

Una eternidad que viajo en pos del imposible encuentro



Entre tus colinas de seda y tus abismos
he de conocer el misterio de las lágrimas
Es de odio, es de ansias, es de gula sin fondo,
es de final que agobia, es de cuencas vacías,
es de barcos que se hunden en un cofre negro,
es de espada atravesada por una lengua en llamas,
es crucifixión inabarcable en la boca de tu vientre
que sin piedad devuelve al mundo mi solitaria sombra,
es mi amor, con su aliento de bruto y sus tenazas rojas
y esos clavos que aún se hunden en tu carne
a martillazos de alma. ¿Acaso no quisiera ser como las flores,
mucho más aroma que forma? ¿Acaso no quisiera
tener las manos del tamaño de la tierra
para acariciar el lejano cielo que en tus ojos reina?
¿Acaso no sería tu corazón mi guarida de oro,
ahí donde los vendavales se hacen suspiro,
donde el espantoso ángel nos extirpa los molares?
Nunca te encontré, siempre te he perdido,
una eternidad que viajo en pos del imposible encuentro
para decirte que eres tú quien beso a beso, tajo a tajo,
ha edificado mis sueños,
perforando el abismo hasta convertirme en torre,
terraza sin corona donde el sol se hunde
y me obliga a recibirlo
convertido para siempre en luna

[El imposible encuentro - Alejandro Jodorowsky]

[Fotografía: Guy Bourdin]