13 marzo 2011

Mi calle se pinta de patio de colegio



Se arropa el valle
y la montaña con el frío
del color que empaña
el de la pólvora
el de plata
que se apaga en mate
y mata de transeúntes la calle

Se siembra con el brío
de vivas corrientes
la tierra y los bordillos
y corren canales intermitentes
como truchas en los ríos

Salpica el carnaval con celo
sus carcajadas de goma
y elástica felicidad pintada.

Se prenden las hogueras de gente
con tréboles de la suerte
y disfrutan los duendes
con los hongos incipientes

de la tierra recién mojada
con reflejos transparentes
que resucitan los verdes
para elevarse hasta el cielo.

Cientos de miles de millas
de brotes de soja y cristales
en chasquidos contra al suelo
y lamen las pestañas
y penetran las gargantas
de las alcantarillas

Señales que cantan
el tráfico para nadie
el torso de las aceras
son el espejo
del humor del día
y rugen los flashes del felino
que nos cubre con su manta

Inclina el viento con inquina
las farolas, los sombreros
se rizan los rizos
los remolinos de los cabellos
de todas las esquinas

se limpian de ruidos
las avenidas
las patas que se lamentan
una vez metidas
las idas de las azoteas
contaminadas de ladridos

reviven los tejados
celebran los nidos
la ausencia de ruedas
se apaciguan los rojos
semáforos de fuego acelerado

se aclaran para que veas
los humos de las cabezas
con cara de ladrillo
de corazones y chimeneas

se lava todo
pieles, carne, hueso
se filtra
el recuerdo salitre
del beso de procedencia marina

las almas
descorren las cortinas
se despliegan
y al viento se estiran

se reinicia el mundo
se reactiva
y brilla