12 abril 2011
Transeúnte - 12
Emerges de mis páginas
se asoma el trío de tus caras
arden mis zapatos en cada escalón
las entrelíneas vibran
hasta convertirse en tu vagina
Abro los ojos
muevo el aire
cae la luna a mi lado
La llamo con verdes palomas-blancas
que vuelan lentas
como la miel de leche
de mis manos a mi boca
de mis bocas a mi mano
Dulcemente se me acerca
me susurra cuentos que ya conoce
y yo, sin saberlo, también conozco
ella se gusta e improvisa
hace que se los inventa
Y así me regala noches
con más luz que mil días
posa su corazón en mis lunas
aportando el movimiento
con aromas extraños
de aquí cerca
con familiares sabores
de allá a lo lejos
Y hace levantar el vuelo
a mis alas de espejos
y entonces me estiro
y soy inmenso
y creo todo el universo
desde mí, con nosotros, para mí.
Como en un cuento, amor.
Es así
y sólo es eso.
Transeúnte - 11
Acabo de verlo ahora mismo
mi luna estaba en el váter
llena y lúcida
con su blanca frialdad y su cráter
y esa luz peculiar que protege
la cara oculta que late.
y en el espejo allí estaba
mi lobo, mirada fija
en el cristal atrapada.
Y entre él y yo un rumor
el silencio ahogado
subiendo de un mundo
común, corrientes de agua
que todo lo arrastra
un río profundo
serpiente del subsuelo
eco abatido y calmado
rotundo
herido y feroz
puede que fuera un dolor
de una vida
con rastros inmundos
en las afueras goteando
en algún contenedor nauseabundo
quizás la furia de mares
vinagre y sangre que a las rocas
disputa las costas de su yo más moribundo
Acabo de verlo ahora mismo
hace tan sólo un segundo
demasiado familiar para no ser un espejismo
La vida es un instante.
La vida dura demasiado poco.
No da tiempo a hacer nada.
No hay manera de reunir los suficientes días
para enterarte de algo.
Te levantas,
abrazas a tu novia, desayunas,
trabajas, comes, duermes, vas al cine,
y ni siquiera tienes un momento
para leer a Séneca y creerte
que todo tiene arreglo en este mundo.
La vida es un instante. No me explico
por qué esta noche no se acaba nunca.
[Insomnio - Luis Alberto De Cuenca]
Entre recordar y entre olvidar, me quedo con las dos cosas
Me fui de repente a ningún lugar
quería salir y respirar
y antes de dormir
pensar mucho en nosotros dos
y escribir dos veces la misma canción
Podría soñar el mismo sueño que ayer
estaba todo tan claro
que no lo quise entender
Entre recordar
y entre olvidar
me quedo con las dos cosas
No podemos hablar de dolor
pero podemos cantar de dolor
mientras afuera
cualquiera es tan frágil
Sos muy buena
me rompiste el corazón
y no me di cuenta
Y antes de dormir
pensar mucho en nosotros dos
y escuchar dos veces la misma canción
No podemos hablar de dolor
pero podemos cantar de dolor
cuando mientras afuera
cualquiera es tan frágil
Sos muy buena
me rompiste el corazón
y no me dí cuenta
Creí que podía volar
y no me di cuenta
y con tu inociencia.
[Andrés Calamaro - Las dos cosas]
Jamás calla la fuente
Jamás calla la fuente
y, sin embargo, el agua reposada
no es más que el silencio del mundo.
Llevan las nubes
el sueño de los pájaros
que un día volaron a su sombra.
En el azul lejano
deposité mis sueños
que vuelven al ocaso.
Jamás calla la fuente;
el azul es eterno.
[Poesía: Víctor Marín González]
[Pintura: Joan Miró]
Re -
No conozco a nadie que en el fondo no se sienta inferior a su propio ordenador, que no ponga cara de idiota cuando sin saber por qué, de pronto el aparato se bloquea, el cursor deja de obedecer al ratón, la pantalla se apaga y todo el trabajo se pierde en el bosque informático poblado de malvados enanitos. A las radios, televisores y otros cacharros antiguos bastaba con darles un puñetazo para que volvieran a funcionar, pero frente a la rebeldía del ordenador no sirve de nada aporrear con odio el teclado. En este caso, según aconsejan los técnicos, la única solución consiste en resetear, esto es, en apagar e incluso en desenchufar por completo el sistema y en volverlo a encender para que todo empiece de nuevo. Pues bien, resetear es hoy una acción casi mística, que cada cual debería aplicar también a su propia vida cuando uno se siente muy mal, pero no sabe qué le pasa. Volver siempre al principio es una fórmula budista de absoluta actualidad. Cuando arrastrado por la corriente política, con los años te has vuelto en un tipo esquinado de extrema derecha con el pelo teñido de azabache, si te reseteas, puede que vuelva a emerger del pasado aquel chico solidario, ecologista, que quería librar al mundo de la injusticia universal. Cuando el tedio ha desactivado la pasión que sentías por un amante ya gastado, si te reseteas, puede que recuperes aquel novio nunca olvidado del todo o aparezca en el horizonte otro más joven, más guapo y más simpático. Cuando tu cuerpo con la edad se ha convertido en una ruina y no sin razón te crees amortizado para el sexo, si te reseteas, puede que seas aún más feliz dedicándote a la erudición y a cazar mariposas como Nabokov. Cuando uno era una hormiga petulante que creía que este planeta no corría ningún peligro con las centrales atómicas, si te reseteas, tal vez pensarás que la energía limpia se deriva de una inteligencia clara y entonces te harás un militante antinuclear. Cuando te duelen cosas que antes no te dolían y tampoco sabes qué va a ser del mundo ni de ti en el futuro, vete a la cama. Uno se resetea todas las noches durante el sueño. El cerebro se apaga, pone en orden los cables y de ti depende encenderlo cada mañana para ver el sol en la ventana como si fuera la pantalla del ordenador de nuevo iluminada.
[Resetear - Manuel Vicent]
Mil bolas de luz
Mil bolas de luz
para matar
cada ilusión
puesta al final
esta verdad
se vuelve mal
claro es el fin
juntos los dos....
¿Dónde perdí
aquella poción
para volar
y conseguir
no llorar más?
creo que eras tú
que todo empezó
esta intensidad
este calor
¿dónde perdí
el resplandor?
Y esa razón
que se pudrió
entre tu voz
y la cantidad
que aceptas por dar
besos de error
y una canción
que te escribí
cuando soñé...
Que entre los dos
era mejor
sentirse mal
y te llamé
para intentar
llegar hasta ti
casi sin tocar
el suelo y volar
para poner
datos a cero
y reiniciar...
[Reiniciar - Piratas]
Vivir este juguete
vida como acto creativo
apasionante
que se moldea cada día
jugar al teatro sin ensayo ni guión
sin poder retroceder
ni avanzar más allá
juego
de improvisación
buscar mi luz
cuatro reglas
y a participar
a crear
y se crea todo
día a día
hoy empieza todo
toda la vida es ahora
todo a disposición
en el baúl del instante
crear
brotar
en el campo recién hallado y sembrado
la potencia creativa
se activa
sobre lo que no se comprende
en cuanto aparece la razón
se consume el caldo de cultivo
y se esfuma el ingenio creativo
crear es preguntarse
aproximaciones
ir y venir
vaivenes de experiencias
pasos en el vacío
saltos embriagados
al borde del precipicio
acariciar las grietas que se abren al abismo
vida como obra
que crece con las horas
vida como arte
arte como sospecha
acercamiento a tientas
manos ciegas
agitando la niebla que emana del tiempo
crear luz
alumbrar la incertidumbre
jugar a vivir
ya lo dice Machado: el arte es un juguete
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