27 febrero 2010

Los surcos de tu ausencia



El desierto para besar lentamente tu urgencia
Las tardes para los flujos y colores que arden
La desnudez para abrazarte lo invisible

Las pastillas blancas para sintonizarnos
El alimento para las manos y las caderas
Los ordenadores para manipular la arquitectura

La templanza de los celos para el pulso cognitivo
Lo prometido para romperlo sobre la mesa
La densidad del tiempo para encontrarte