25 mayo 2010

Acariciando aceras - 37



Elijo
frente al espejo espiral
que es mi ombligo
con la fe del hambre
de un felino
y doy el paso en el instante
en que el aliento cesa
para escaparse conmigo

Emergiendo de los subsuelos



Ni rastro de lo que fui...
A tiempo, este arquitecto apaga hornos
demora el movimiento para acercar la hora de
amar huellas que serán abono...

... Abono, árbol, amistad, abrazo... que quiero y tomo como mío...

Mío en la esencia de un masaje sin dedos con sabor
intensamente oriental que impregna la tierra... Y se disipa.

Esculpo el cristal y
germina: abre puertas y cortinas y
organiza las corrientes del río

Fuera de mi conciencia, también
están mis colores en el lienzo...

Resto lastre. Aumento el fuego azul.
Ahora y aquí es todo lo que siento,
contengo y observo en la
insistiencia de ser tinta y papel,
obra sin fin que
no es sin
arrojarme a un paisaje que muda
la piel en cada instante.

Grabando mi nombre en una bala - 04



En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos.

La capacidad de estar sólo es la condición indispensable para la capacidad de amar.

[El arte de amar - Erich Fromm]