03 septiembre 2010

Poesofía: ver [Poesofema 61]

¿Cuántos pájaros deben caer del cielo
para que nuestras lágrimas se eleven
para que olvidemos adular las formas
para que obedezcamos la orden inaudible
para que soltemos lo que tenemos empuñado
para que metamos la cabeza en el hocico
y cesemos de recorrernos en lugar de ser?
¿Dónde está el infierno prometido,
dónde las llamaradas del instante,
dónde la palabra convertida en alma,
dónde los leones que se elevan
mientras mil alas de metal caen del cielo?
¿Obtendremos la humildad del perro, lo leve de la brisa?
¿Cesaremos de vivir como una esfera flotando en el abismo?
¡Que lo sublime despegue de nuestros pasos las huellas ajenas!
¡Que se haga la luz en la oscuridad carente de significado!
¡Que un silencio con olor a sándalo invada la farsa del parecer!
¡Que nuestro corazón eche raíces en las cuatro esquinas del cosmos!
¡Que un rugido celestial recorra nuestros huesos cual un tren sin frenos!
¡Que el ladrido de los puercos convierta en lirios a nuestros tímpanos!
¡Que de la herida que corona a nuestra memoria mane un géiser de oro!
¡Que bajo la noche como un perro diurno devore el instante hasta agotar su miel!
¡Basta ya de bucear en túneles de gelatina amarga!
¡Basta ya de espejos arrogantes!
¡Basta ya de tanta boca huérfana
de pantanos vestidos de profeta
de vino estéril con sabor a yegua
de morder un pan hecho de sangre!
¿Nos enseñó la vida a deshacer los nudos?
Nos desprendemos de las máscaras de héroe
de las sombras que arrastran nuestros talones
de la aureola que aún nos ata a santos de barro
Cuando el gallo sagrado suspire en el último punto
el Arcano se abrirá desde adentro como una rosa blanca
en el centro de nuestro pecho cantará una virgen de plata
extraeremos de cada ojo de mármol una mirada cálida
cesaremos de criticar para que el alma onírica se extienda
aceptaremos que la piedra es piedra no importa quien la lance
admiraremos la flor que se marchita tanto como la que se abre
en la materia que fluye hasta su desintegración
nuestra conciencia impulsará lo intangible
hacia el sacrificio de los espejismos
poblaremos con ilusiones la ansiedad del alba
sembraremos diamantes en la estela del tiempo
nuestra alma que nació ciega
se cubrirá de ojos que no temen ver

[A. Jodorowsky]

Acariciando aceras - 77

como un milenario
río cansado
de correr el agua
de contenerla
así...
tan agotado
y vacío
que sólo tiene
calma

Grabando mi nombre en una bala - 14

La infelicidad no tiene nada que ver con una causa exterior, es una decisión interior. Si quieres seguir siendo infeliz, puedes serlo, sea cual sea la situación. Y también es verdad lo contrario. Si decides ser feliz, dichoso, celebrar, puedes serlo, independientemente de las circunstancias. Lleva tiempo darse cuenta de eso, porque al ego le resulta cómodo pensar que son los demás los que te están haciendo infeliz.

[Osho]