26 mayo 2011

Ejercicios abdominales



Te encuentro
tan distante que me tocas
tan congelada que ardes

mi vientre se ejercita
sin parar
se me ponen duras
aún más las ganas
mis abdominales rejuvenecen

hablamos
baja la noción del tiempo
la cerveza ya no es refresco
suben las aguas
las calles rebosan
se empequeñecen todos los portales
se me abre la piel
bajan mis umbrales
confundo el nombres de las cosas
que guardo en el fondo de mis mares
se aleja todo
se van
se expanden hacia otros lugares

en cada encuentro contigo
rejuvenecen mis abdominales

en todos lados
cuelgan rosales del suelo
arriba y abajo
brotan los cactus del cielo
buceo desiertos y aceras de cementos

todo repetido
todo ya dolido
nada nuevo

y lluevo
lluevo para mí
lluevo en mis adentros
lluevo sin mirar
si prefiero ahogarme en algún bar

lluevo
y me encharco
y después de llover, me lluevo
me lluevo y me congelo
y congelo los bordillos
y congelo la luz que ya no prende

prenden mis montañas
las subo
y me siento a ver cómo arden
hogueras en la nieve
y al rato llueve

y llueve y llueve
y hace mucho calor
y llueve
y me voy
me deslizo a refugiarme
en mis aguas me sumerjo a bucear
y sigue lloviendo

llueve bajo el mar

con los pies en la tierra
se agiganta mi voz africana
toco congas y timbales
mi gas de Asia me da alas
rejuvenecen mis abdominales
porque sigo
trazándome contigo
y así emerge el impulso bestial
de reventar a pedazos a este animal
que quiere acoplar nuestros ombligos

[Pintura: Rafael Edwards]

Sublime



ahora
voy a dejar estar
lo que soy yo y sólo yo siento

voy a dejar ser
lo que soy yo y nadie percibe

ahora
voy a abandonar mi cuerpo para ser sublime

[Música: Zbigniew Preisner - L'Aurore (Dawn)]

Sin embargo



No tengo la paciencia de los bosques
sin embargo
...

tú te disfrazas
frente a mi espejo
cuando yo lluevo.
te he estado amamantando
medio desnuda,
muerta de frío
y ahora resulta
que me he olvidado de mis caderas
por el camino.
sí tengo el coraje del viento,
dame las horas
para que haga con ellas espacios
o burbujas que estallen en tu reflejo.
sí tienes la insistencia de la lluvia
en calarme hasta los huesos.
yo tengo la mirada de las flores
y tú eres yerba
y sabes que
mis silencios son de nieve
pero tu piel es una hoguera
sin embargo
...

no tengo la paciencia de los bosques
y me desvelo frente a mi espejo
cuando tú llueves

[Isabel García Mellado]

[Fotografía: Itou Kouichi]