29 octubre 2012

Proyecto MG - 6

Fase de reforma de fachada.

Estado anterior a la reforma de la fachada: enfoscado y pintado, con el consecuente deterioro e irregularidades de más de 25 años rascando y pintando.



Proyecto de reforma:
Saneado de fachadas y nuevo revestimiento compuesto por enfoscado de cemento (con malla de fibra de vidrio como refuerzo ante las fisuras por movimientos térmicos), revestimiento cerámico y monocapa (con aplicación de impermeabilizante hidrófugo para evitar manchas).

Fachada norte:









Estado actual de las obras en fachada norte a falta de la colocación de la albardilla de cubierta, alféizares de ventanas (realizados en chapa de acero galvanizado) y ejecución de juntas.

Fachada oeste, principal:

















Estado actual de las obras en fachada oeste, principal, a falta de la colocación de la albardilla de cubierta, alféizares de ventanas (realizados en chapa de acero galvanizado) y ejecución de juntas.

En el porche de servicio, además del saneado de paramentos verticales y horizontales (techo), se ha realizado una redistribución eléctrica y de fontanería para un nuevo termo de agua con vistas a la futura instalación de placas solares en cubierta.

Y los cíclopes se miran



Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

['Toco tu boca', capítulo 7 del libro 'Rayuela', de Julio Cortázar]

[Imagen: portada del album 'The division bell', de Pink Floyd]

03 octubre 2012

Recetas

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba...

[...]

Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte
de beberte
de pensarte.
Es posible siguiendo las prescripciones
de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.

En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor
que se han pronunciado sobre la tierra
y se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor están
entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama.
(Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo:
"qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?,"se hizo de noche"...
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías,
te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras:
guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto.

Sólo quiero una semana para entender las cosas.
Porque esto es muy parecido
a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

[Jaime Sabines]