Hay que dejar morir la visión que tenemos de nosotros mismos para dejar nacer lo que en verdad somos, aunque nos dé miedo.
[A. Jodorowsky]
22 septiembre 2010
Grabando mi nombre en una bala - 21
Cada quien debe labrar su camino. El que no sigue su propio rumbo, pierde la alegría de vivir.
[A. Jodorowsky]
[A. Jodorowsky]
Acariciando aceras - 81
Me despierto tarde
cargado de sueños que no quisiera
me espantan
pájaros sombríos
que anidan en las azoteas
Despierto a la tarde
cargándome los sueños que yo quisiera
tragos eternos de brea
anudan las profundidades
de mi garganta
Cada mañana
atardece más temprano
tráfico fantastma
agujereando los recuerdos
de mis manos
la noche me adelanta
respiración sumergida
bebiendo mis charcos burdos
perderme en la paleta del otoño
recuperar los colores que olvidan
las voces en los tejados
he convertido
mis aficiones funambulistas
en mojones de carretera
rueda, rueda mi fortuna
cortando el cable de acero
de mi vida inoportuna
Tras días extraños
uno a uno templados
para respirar
tragando los pasos huraños
con los dedos encallados
sin ganas de caminar
Se izó la vela de aromas asiáticos
se enjuagaron las células dormidas
asomados al bosque desde el ático
recordamos la receta de la comida
Toda se queda en nada en la periferia de tu mirada
Hoy tengo un plan para empezar a vivir contigo sin buscar nada
[Gracias por los dos primeros versos, Ariam]
cargado de sueños que no quisiera
me espantan
pájaros sombríos
que anidan en las azoteas
Despierto a la tarde
cargándome los sueños que yo quisiera
tragos eternos de brea
anudan las profundidades
de mi garganta
Cada mañana
atardece más temprano
tráfico fantastma
agujereando los recuerdos
de mis manos
la noche me adelanta
respiración sumergida
bebiendo mis charcos burdos
perderme en la paleta del otoño
recuperar los colores que olvidan
las voces en los tejados
he convertido
mis aficiones funambulistas
en mojones de carretera
rueda, rueda mi fortuna
cortando el cable de acero
de mi vida inoportuna
Tras días extraños
uno a uno templados
para respirar
tragando los pasos huraños
con los dedos encallados
sin ganas de caminar
Se izó la vela de aromas asiáticos
se enjuagaron las células dormidas
asomados al bosque desde el ático
recordamos la receta de la comida
Toda se queda en nada en la periferia de tu mirada
Hoy tengo un plan para empezar a vivir contigo sin buscar nada
[Gracias por los dos primeros versos, Ariam]
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