22 enero 2010

En la rodilla de los días

En la rodilla de los días
se acomodan las palabras
que incomodan la garganta

Maduran, en su espera,
su propio tamiz consentido
hasta encontrar su tez metálica

Estiradas relajan como filos de navaja
Dobladas duelen como sonrisas de calabaza

En la rodilla de los días
se filtran los sudores fríos
y duermen vuelos de insectos

La lengua despega sin miedo
buscando el agua estancada
Regresa roja y satisfecha. Salada.

Cartílagos redondos,
nudos de intersecciones,
focos delicados, duros y convexos

Apoyos y articulaciones,
pasos a tientas, faldas,
curvas, heridas al vaivén del sexo