04 febrero 2011

Baladí



Fuerte
como el polvo de los huesos con el que caliento las tardes
como el frío del azulejo que sesga la hierba de mi alma
como el paisaje cerámico que araño con mi grito desgarrado
que hace añicos el horizonte naranja que me baña
que agrieta ácidamente los nudos de mi garganta

como este indescriptible sabor que se clava de coronilla a pies
con cada letra
de cada una
de estas palabras que escribo
y que retuercen mi ser

y siento estremecerse
todos los significados
todos los enigmas
todo el universo
dentro de mí

y tiemblo y muero
derrumbándome desde dentro hacia afuera
disolviéndome en la levedad de cada segundo
confundiéndome en cada cosa que me rodea
despareciendo con lo etéreo
dejando de ser en la lógica del tiempo
siendo en la incertitumbre del sentimiento

y
no sé cómo
trémulo
frágil
vulnerable
diminuto
brutalmente estremecido
renazco de nuevo

aquí estoy
dando rostro y nombre
a la más absoluta de las nimiedades

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