¿Cuánto
hay que dejar de ser
para ser?
[A. Jodorowsky]
08 marzo 2010
¿Dónde vas? Quédate junto a mí corazón tempestad, corazón desmesura
Corazón de cristal,
que no he visto dos veces
brillar de la misma manera..
Corazón fugaz,
por tu cuerpo y tu mente
la luna pasea y pasea..
Tanto, tanto, tanto amar..
Tanto, tanto, tanto amar,
lastima,
a veces lastima.
Por la misma senda que el amor abrió,
la pena camina.
¿Dónde vas? Quédate junto a mí,
corazón tempestad,
corazón desmesura.
No soy más que un eterno aprendiz,
que si no está contigo
se ahoga en su propia cordura.
Tanto, tanto, tanto andar..
Tanto, tanto andar sin un destino..
Tanto desatino...
Pero el tiempo pasa
y el dolor también te enseña el camino..
Corazón de cristal.
Corazón de quimera.
Corazón de cristal.
Corazón de quimera.
[Jorge Drexler - Corazón de cristal]

[Fotografía: Flore - Edición digital: Víctor Marín]
04 marzo 2010
Tejido de vientres

La malla de tu mirarme
sabe a vino y a madera
es sangre densa y madura
fruta profunda y enredadera
Y tu red de labios conmigo
retorcida en las vacantes
del tiempo y del sonido
Y la maraña visceral
es veleta tiritando
Envainamos la fragancia
que entrelazamos despacio
Se disipa la distancia
Dedos con sueños y verdades
con hilos de naranjas tardes,
hojas prendiendo ramas
tejido de vientres, paisajes
[Fotografía: Flore y Víctor Marín - Edición digital: Víctor Marín]
03 marzo 2010
La historia es una red y no una vía

El deseo sigue un curso paralelo,
y la historia es una red y no una vía,
días y noches de amor y de celos,
una cama se llena y otra se vacía.
Yo lo vi, hasta en los hospitales,
escapándose al motel los cirujanos...
¡Tan complicados los simples mortales
y tan fácil saber que se traen entre manos!
Y bajo los congresos, las giras, rodajes,
las ferias agrícolas y convenciones,
gira inexorable el otro engranaje,
la noria invisible de las transgresiones.
La vida también es aquellos mensajes,
aquella llamada hecha desde la esquina,
poco de negocio tenían los viajes,
todo de su amor, aquella oficina.
El cantante ávido de nuevas pieles...
Aquel literato lució su guiñada...
y por los pasillos de tantos hoteles
el tráfico arrecia en las madrugadas.
Clara, evidente, manda la libido,
la fidelidad, brumosa palabra,
con su antigua lista de gestos prohibidos,
muerde siempre menos de lo que ladra.
[Jorge Drexler - El otro engranaje]
Mis manos arañando el aire hasta sacarle sangre

ausencia, espejo, letra, libro
nada, voz, eternamente, acero
semillas, latigazos, espinas, pantano
sangre, alma, madre, nombre
metros, perro, lejos, límite

Como un aceite negro tu ausencia
invadiendo los muebles, los trajes, el espejo,
los ojos de mis gatos, cada letra
de cada línea de cada hoja de cada libro,
y más abajo la herida, nada,
sólo el eco difunto de tu voz
y yo dentro del pozo cayendo eternamente
sin alcanzar tu nombre, cofre de acero
donde duermen para siempre mis semillas.
Tus caricias para el otro en mi piel son latigazos,
son el cielo del alba atravesado por espinas,
son las sábanas del lecho convertidas en pantano,
son mis manos arañando el aire hasta sacarle sangre,
No supe ofrecerte cortadas en un plato ni mis orejas ni mi alma.
Te di de puñetazos tratando de romper en tu cara la cara de mi madre.
Te encerré en un cementerio lleno de lápidas portando sólo mi nombre.
Hoy avanzo en las tinieblas llorando lágrimas de siete metros
por debajo de mi máscara de perro
mientras lejos lejos lejos y más lejos
bailas tratando de asemejarte a tus propios límites.
[A. Jodorowsky - Los celos]
02 marzo 2010
El polen y la pólvora

Brotan fuertes y sin cesar absurdos
ruidos, sentidos y procesos que, para ser reales,
nacen en el seno de lo ácido y burdo.
Encienden con café y alcohol la hoguera
y, con su obstinada razón de ser, me sepultan
bajo mis escombros en una cuneta de carretera.
Reclaman conmigo tus vientos, tus redes y tus peces
con gritos ahogados que quieren crecer, ser rayos de sol
que muestren con esplendor el sentido en el que creces.
[Fotografía: Flore y Víctor Marín. Edición digital: Víctor Marín]
Celos

Voy a convertirme en cada uno de mis fantasmas,
untarme el sexo con su aceite espeso y amargo
y taladrarme anillos con cada embestida de su murmullo.
Manejaré poderosamente sus lenguas, sus manos
de cien dedos afilados, los pozos de sus pupilas, sus pies,
sus caníbales encantos, sus amenazas de cristales, sus ruinas...
Nos penetraremos hasta agotarnos con el pestañeo de un ojo,
hasta que duela respirar el aire, hasta confundirme contigo,
hasta diluirme con las estaciones inflamables, hasta ser mar.
[Fotografía: Flore. Edición digital: Víctor Marín]
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