
Una vez tomé el sol
para convertir mis recuerdos
en aves de vapor migratorias

Dos veces cerré los ojos
con la piel de la naranja
y temblaron los cimientos de la memoria

Tres veces abrí la mañana
para sembrar las emociones
que recolecté en mi nocturna trayectoria

Cuatro veces enjauló con hielo
un tribunal de supremo desconcierto
mi rabia, mi voz, mi pena y mi gloria

Cinco veces encontré la luna
susurrándome en la plata de tus labios
el viento que agita el bosque y el agua de la noria
2 comentarios:
Quillo, qué cosas más bonitas haces!
Es un placer bichear en tu blog.
;)
Muchas gracias, Sharly.
A ver si quedamos, no?
Un fuerte abrazo.
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