05 mayo 2010

Acariciando aceras - 29



sentir en cada una de las abrazadas
cómo se contrae lo contable del tiempo
y el desasosiego se invierte en alimento
que digerimos en la luz tamizada

maldita sea la incertidumbre
del dolor y el calor sin control,
que siembra alfileres por costumbre
y, en la ceguera, batalla al sol

1 comentario:

Noemí dijo...

Le pongo un asterisco!