27 mayo 2010

Acariciando aceras - 39



Me retuerzo
como un alambre
en las cercas del campesino
y aprieto mi corazón de cera
para que no se escape
y siga bailando el tango
a este lado de la carretera.

La cáscara se despega y abro.
A veces, creo reconocer la primavera.

Algunos días
son cortos, otros largos...
como mi lengua, mis brazos,
mi espera.

Sigo navegando alquitranes con mi velero...

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