El cerebro mira hacia el futuro y lo concibe como algo bueno que ha de repetirse indefinidamente, sin darse cuenta de que su propio material encontrará al fin ese proceso fatigoso en un grado intolerable. Como el cerebro no toma esto en cuenta, no ve que, siendo él mismo material y sometido al cambio, sus deseos cambiarán y llegará un tiempo en que la muerte le parecerá bien.
[La sabiduría de la inseguridad - Alan Watts]
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