27 abril 2011
Este abismo sin bordillo al que agarrarme
Este abismo sin bordillo al que agarrarme
este agujero que sólo sabe tragar
este infinito con filos cortantes
este impulso de sólo querer sangrar
este vivir que oxida mis bisagras
este nudo de voz que me consume y se desgarra
este hilo de ojos turbios que me acompaña
este quejido roto de mi mano como guitarra
este corazón que se asoma al sol y se arruga
este andar bajo la lluvia de tu pelo que enmaraña
este ser yo más tú indisoluble y constante
este racimo de espadas atado a mi paso de oruga
este aprendiz de bombero sin agua
este rascacielos que cae con el sismo de tu pestañeo
este nadar entre pilares que no fraguan
este querer disolverme en cada página del aroma que sólo contigo leo
este esfuerzo sobrehumano para disolverte en mi, para integrarte
para regar tu semilla tan profunda que me llevo
para plancharte en las paredes de mis venas
para dejar de extrañarte como un alma en pena
para apartar este sentir que me apuñala traicionero
para espantar este sentimiento único
para poder vivir en mí y así poder sentir '¿quién sabe si...?'
para contemplar sereno todas las posibilidades sin disfrazarlas de muerte
para abrigarme los días con tu recuerdo convertido en mi buena suerte
para hacer el amor con las brasas de cada palabra tuya que, como siempre, cada día, inevitablemente, me asalte
para tatuar tus ojos en los míos para verte sin verte si al final de este interminable final, resulta que tendré que soportar no poder verte jamás
para que cuanto te vistas con mis párpados como falda pueda mirarte bailar y sonreír porque por fin te sé amar.
[Pintura de René Magritte]
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