02 junio 2011

Grabando mi nombre en una bala - 81



Ser capaz de obtener belleza del sufrimiento: Ésa es la mayor riqueza.

[Recados del Minotauro]

[Fotografía © Sanna Kannisto]

6 comentarios:

S dijo...

Pero algunos podrían interpretar esto como un ejercicio de cinismo.

Creo que del sufrimiento se aprende mucho, pero no puedo convertirlo en placer estético, en la gran obra de arte.

Sólo veo la belleza en la virtud, no en el padecimiento; ni siquiera en el autoinfligido.

Te invito a pensar en la tauromaquia, por ejemplo. Aunque en este caso concreto estemos ante el contraste animal humano-animal no humano.

¡Salud!

mafalda dijo...

... como las sonrisas que me provocan sus recuerdos... como los abrazos que nos dimos en su nombre todas las que la queremos... como las palabras que anoche me regalaste para ayudarme a dormir...
Acaso sea esa la estrategia: agarrarse a esos fragmentos de belleza para sobrevivir al sufrimiento.

Víctor Marín dijo...

Hola, Rafael. Me alegra verte por aquí. Yo enfoco el 'Recado del Minotauro' como sacar el aprendizaje del sufrimiento, hacerlo útil, nutritivo... Y como él, yo entiendo que eso es belleza, porque algo que me nutra me quita lastre, me hace más ligero: agranda mi alma.

Y eso no significa recurrir al sufrimiento para aprender, sino aprovechar todo lo que sucede, incluso el dolor, para crecer.

Salud, compañero.
Un abrazo.

Víctor Marín dijo...

Mafalda, te respondo con un fragmento de un libro que te recomiendo 'La novia de Matisse', de Manuel Vicent.

- Veo que el arte es un juego más fuerte que la Bolsa. Mis colegas están descerebrados por las cotizaciones del mercado, pero vosotros estáis más locos - murmuró Betina.
- Algún te hablaré de una teoría sobre la magia que ejerce la belleza sobre las personas para que veas que este negocio no es tan desalmado. [...] La belleza puede destruirte o hacerte inmortal - dijo Vedrano.

[...]

Todo lo que hoy se considera arte, la danza, la poesía, la pintura, en el momento de su aparición en la historia tuvo un sentido religioso. Servía para comunicarte con un Dios que podía salvarte. Los santos de las iglesias han recibido infinitas plegarias a través de los siglos: las tallas románicas o góticas, las tablas flamencas que contienen una Vírgen con el niño, lo mismo que los ídolos negros de África o las reliquias cristianas, están cargadas de energía gracias a la devoción de los adoradores, al amor que inspiraron o al terror que despertaron. [...]

- La belleza te sana, te salva, te hace inmortal por sólo entregar tu vida a ella como hacen los místicos con Dios - dijo finalmente Vedrano.
- ¿Y no te puede matar si hay una maldición?
- Quien sabe.

La entrada completa la puedes ver aquí: http://eleqesim.blogspot.com/2010/08/pintura-de-pollock-al-igual-que-en-la.html

Víctor Marín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Víctor Marín dijo...

La belleza cuando es extrema me llega al centro con tanta intensidad y poder que, si no consigo manejarla, me condena, me esclaviza, me hace lento y pesado, me arrastro, me empequeñezco...

Si la hago útil me salvo, me nutro, me vuelvo fluido, ligero, vuelo, crezco...

Creo que todo es saber jugar la combinación de las proporciones justas que necesito cada instante entre mi intuición y mi mente.

Y, con mejor detalle, como dice Jodorowsky saber jugar con los 4 egos que tenemos: el intelectual, el emocional, el sexual y el corporal.

http://planocreativo.wordpress.com/2009/12/17/jodorowsky-no-hay-un-ego-sino-cuatro/