05 julio 2011

Mitad adivinanza, mitad persona



Somos uno en dos
cada persona

siempre unidos y partidos
llora y ríe
caliente y frío
noes y síes
luz y pena
paso decidido a crear el paisaje y el propio camino en la arena

dos siempre somos, sin remedio
pecho y lomo
alegría y tedio
sol y sombra
materia y proyección
verde alfombra y negro carbón

siempre en dos mitades
una subiendo peldaños de aire
la otra que sólo huele el peso de las realidades

una hastiada de esforzarse
la otra soplando veleros que vuelan

una clavada de olvidarse
la otra que sangrando ramas de canela

una es efímera
nube lenta que pasea
rastros de aroma bajo el azul suave

la otra es tozuda
tuerca que aprieta
ensamble pulido y perfecto de celosía árabe

una disfruta y todo lo alcanza
la otra, miedosa, nada obtiene si no lo razona

Somos dos cada uno
mitad adivianza
mitad persona

3 comentarios:

mafalda dijo...

Ciertas y bellas, una vez más tus palabras. Mis dos mitades se han visto reflejadas en ellas, como en un espejo de doble fondo.
Una vida entera llevan, esas dos mitades, tratando de abrazarse sin herirse, de entenderse sin confundirse, de convivir sin enfrentarse, de aceptarse sin rendirse cuentas. A cada momento la una intentando adivinar qué clase de persona es la otra...
Dado que fue imposible equilibrarse,demasiado contrarias ambas, han decidido complementarse... y ahí están... empeñadas en tan difícil tarea...

Besos de parte de mi mitad que sopla veleros que vuelan.

Víctor Marín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Víctor Marín dijo...

Personas como espejos unos de otros que se relacionan porque se ven los otros en los unos.

Espejos como metáfora de nuestra dualidad emocional, nuestro juego continuo de opuestos que son una sólo identidad significante.

Siento a veces que las dos mitades son una misma emoción, un mismo valor con distintas direcciones. Una misma fuerza con dos posibles caminos. Un instinto vital que se desboca porque quiere satisfacerse.

Todo en calma se conjuga mejor.

Creo que cada persona es una paradoja con patas en muchas ocasiones. La carga mental radicada en el miedo.

Un abrazo muy grande, como para fusionar las dos mitades [ah, no que ya he dicho que son la misma cosa en realidad] ;)