la boca es el remedo de un horizonte ansiado
una línea soberanamente recta, plana y hastiada
paralela a un bordillo decorado con bocas de alcantarillas
y leves caídas convexas en sus extremos
el cuerpo no se mueve
no responde a sus necesidades primarias
se abandona a unos dedos que señalan los estigmas
en que se convierten los pasos, las ventanas, los días
en este reposo bañado en ricino
sólo hay una hoja que cae lentamente
en el interior de las paredes
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