Ayer Iván Ferreiro estuvo en La 2 Noticias presentando su nuevo disco 'Mentiroso mentiroso'. Disfrutad de la entrevista, de los 2 trozos de canciones que cantó, de su discurso.
La genialidad de Iván radica en no ser consciente de ella, de ser original en lo que crea, de ser fiel a sí mismo y de su sencillez.
El genio sencillo.
Aquí os dejo el enlace a un video de una entrevista realizada por El País.com.
Web de Iván Ferreiro.
19 marzo 2008
18 marzo 2008
Arquitectura y las artes
La relación entre las artes arquitectónicas y las artes libres [escultura y pintura, fundamentalmente] siempre ha estado muy presente, muy palpable a lo largo de la historia. La retroalimentación es constante, rica, inevitable, indispensable, natural y evidente. Un continuo trasvase de contenidos, de herramientas, de discursos.
La arquitectura, como el resto de disciplinas artísticas, a través de sus obras, a través de sus sensibilidades nos ha materializado las distintas maneras en las que el hombre se ha relacionado con el espacio y el tiempo en su época. La arquitectura y el arte se relacionan, de igual manera que la ciencia y la técnica se unen con la arquitectura. La recíproca contaminación con la pintura y la escultura es la más patente. Y quizás la escultura sea la disciplina más cercana desde el punto material, tectónico. Desde que el espacio es esculpido, desde que la luz es el alma.
La arquitectura estaba considerada dentro de las Artes en la época clásica. Las exigencias de un uso, la necesidad de dar respuestas a problemas sociales, la responsabilidad de posguerra de reconstruir ciudades, revalorizarlas, revitalizar sociedades deprimidas, etc. conllevó un progresivo alejamiento de la arquitectura del resto de artes. La distancia aumentó con el Movimiento Moderno.
Son muchos los escultores cuya obra se ha desarrollado y adquiere su máxima expresión en el espacio público. Esa relación entre escultura y ciudad, la necesidad de integrarse en un entorno y las formas constantes cambiantes según el punto de vista y la luz del día. Otros cuyas creaciones esculpen espacios que la arquitectura toma como base fundamental para sus concepciones más contemporáneas. Jorge Oteiza, Pablo Palazuelo, Richard Serra y Eduardo Chillida son algunos de los ejemplos.
En nuestro país tenemos algunos arquitectos que compaginan diversas disciplinas artísticas simultáneamente, como Óscar Tusquets y Juan Navarro Baldeweg.
En alguna ocasión Oscar Tusquets se ha definido como arquitecto por formación, diseñador por vocación, pintor por inclinación y escritor por obligación. Como pintor reproduce la vida cotidiana en una atmósfera íntima.
Siempre ha defendido al arte figurativo frente a las corrientes del arte del siglo XX, que critica por intelectualizadas y abstractas, por alejadas de la gente. En el arte no figurativo no consigo encontrar, por mucho que me esfuerce, el amor, el sexo, el pecado, la divinidad, la amistad, el paso del tiempo, la muerte, el humor, los recuerdos fugaces. Para Tusquets la pintura es un lenguaje universal que nos acerca a la vida.
Navarro Baldeweg, arquitecto, pintor y escultor tiene otra visión distinta.
El artista debe hacer de todo, probar de todo, como Leonardo da Vinci; trabajar en una máquina, observarla, construir con la mano, ponerla en funcionamiento es similar a mezclar los colores. En todo eso hay un eclecticismo natural, y yo soy ecléctico. En la arquitectura no se puede ser ecléctico con la misma facilidad. En pintura cambias mucho más rápido. En 10 años, he hecho muchísimas cosas distintas en pintura, pero en arquitectura no, los procesos son mucho más lentos, hay mucha más gente implicada...
He sido siempre más íntimamente pintor. Desde niño. La pintura nunca la he podido abandonar, pero eso ha sido una gran felicidad para mí. En la arquitectura juegan muchas cosas, es como dirigir una película, hay alguien que pone el dinero, alguien que hace el proyecto, alguien que lo construye… En la pintura no. Estás tú solo. La responsabilidad es sólo tuya, igual que el fracaso. La arquitectura nace de la concepción. Es un arte preestablecido, preconcebido, que requiere mucha experiencia. También hay un contenido y un argumento, que es el uso de ese espacio. Pero entran otros elementos: la gravedad, la luz, el campo óptico, la expresividad manual. Hay edificios en los que el cuerpo se proyecta. Hay algo extraordinario en la arquitectura, el momento en que comienza la construcción genera una adrenalina incomparable con nada. Es un arte para el cuerpo. La hacemos para vivir, para estar. Los edificios deben, probablemente, provocar más sensaciones dentro que fuera. Hay que buscar cada vez más la invisibilidad, la arquitectura debería ser imperceptible, como un coche, que te debe proporcionar seguridad y sensaciones por dentro, no por fuera. Ante todo, ser cómodo.
Mi obra creo que no tiene argumento. Tiene contenidos, problemas. Planteo una investigación en cada obra, un deseo también, una manera de expresión. Puro suspense. El arte tiene mucho de eso, no sabes nunca hasta dónde puedes llegar. Mis cuadros son una exploración, ocurren siempre cosas imprevistas. Lo que no busco es que sea conceptual, el mismo planteamiento de las series niega eso. Yo creo en el misterio, creo que el arte tiene razón de ser porque hay zonas inaccesibles.
Para mí, un cuadro está lleno de actitudes, de representaciones subyacentes. Me interesa el arte así, los artistas libres y los que se acercan a la realidad desde extremos opuestos, como Picasso y Brancusi, por ejemplo. Creo en los artistas que recorren territorios y descubren cosas aquí y allá frente al artista más obcecado. El artista es aquél que siempre está hablando de estar corporalmente en el mundo. Al final creo que el arte debe ser ante todo realista, construir sobre cosas ya organizadas, reconstruir, reelaborar, reciclar. Debemos dejarnos impresionar más por la realidad. El arte es una celebración de la vida que es, a fin de cuentas, lo único que tenemos. Esta celebración es lo que une en mí al pintor, al escultor y al arquitecto.
A diferencia de la pintura, la escultura siempre ha estado más distante de mi cuerpo, ha sido más conceptual, como si mi mente estuviera alejada. Mi relación con la pintura está vinculada a la alegría de vivir, de estar en el mundo, de experimentar la luz, la vista. Lo más interesante de mi vida es haber extremado las distancias entre las tres artes que he practicado. El espacio imaginario es el que ha creado un diálogo entre ellas. La luz es fundamental, es lo que une los tres géneros artísticos. Las tres artes no deben aproximarse, son actividades muy distintas, invasoras, se pelean entre ellas.
La arquitectura, como el resto de disciplinas artísticas, a través de sus obras, a través de sus sensibilidades nos ha materializado las distintas maneras en las que el hombre se ha relacionado con el espacio y el tiempo en su época. La arquitectura y el arte se relacionan, de igual manera que la ciencia y la técnica se unen con la arquitectura. La recíproca contaminación con la pintura y la escultura es la más patente. Y quizás la escultura sea la disciplina más cercana desde el punto material, tectónico. Desde que el espacio es esculpido, desde que la luz es el alma.
La arquitectura estaba considerada dentro de las Artes en la época clásica. Las exigencias de un uso, la necesidad de dar respuestas a problemas sociales, la responsabilidad de posguerra de reconstruir ciudades, revalorizarlas, revitalizar sociedades deprimidas, etc. conllevó un progresivo alejamiento de la arquitectura del resto de artes. La distancia aumentó con el Movimiento Moderno.
Son muchos los escultores cuya obra se ha desarrollado y adquiere su máxima expresión en el espacio público. Esa relación entre escultura y ciudad, la necesidad de integrarse en un entorno y las formas constantes cambiantes según el punto de vista y la luz del día. Otros cuyas creaciones esculpen espacios que la arquitectura toma como base fundamental para sus concepciones más contemporáneas. Jorge Oteiza, Pablo Palazuelo, Richard Serra y Eduardo Chillida son algunos de los ejemplos.
En nuestro país tenemos algunos arquitectos que compaginan diversas disciplinas artísticas simultáneamente, como Óscar Tusquets y Juan Navarro Baldeweg.
En alguna ocasión Oscar Tusquets se ha definido como arquitecto por formación, diseñador por vocación, pintor por inclinación y escritor por obligación. Como pintor reproduce la vida cotidiana en una atmósfera íntima.
Siempre ha defendido al arte figurativo frente a las corrientes del arte del siglo XX, que critica por intelectualizadas y abstractas, por alejadas de la gente. En el arte no figurativo no consigo encontrar, por mucho que me esfuerce, el amor, el sexo, el pecado, la divinidad, la amistad, el paso del tiempo, la muerte, el humor, los recuerdos fugaces. Para Tusquets la pintura es un lenguaje universal que nos acerca a la vida.
Navarro Baldeweg, arquitecto, pintor y escultor tiene otra visión distinta.
El artista debe hacer de todo, probar de todo, como Leonardo da Vinci; trabajar en una máquina, observarla, construir con la mano, ponerla en funcionamiento es similar a mezclar los colores. En todo eso hay un eclecticismo natural, y yo soy ecléctico. En la arquitectura no se puede ser ecléctico con la misma facilidad. En pintura cambias mucho más rápido. En 10 años, he hecho muchísimas cosas distintas en pintura, pero en arquitectura no, los procesos son mucho más lentos, hay mucha más gente implicada...
He sido siempre más íntimamente pintor. Desde niño. La pintura nunca la he podido abandonar, pero eso ha sido una gran felicidad para mí. En la arquitectura juegan muchas cosas, es como dirigir una película, hay alguien que pone el dinero, alguien que hace el proyecto, alguien que lo construye… En la pintura no. Estás tú solo. La responsabilidad es sólo tuya, igual que el fracaso. La arquitectura nace de la concepción. Es un arte preestablecido, preconcebido, que requiere mucha experiencia. También hay un contenido y un argumento, que es el uso de ese espacio. Pero entran otros elementos: la gravedad, la luz, el campo óptico, la expresividad manual. Hay edificios en los que el cuerpo se proyecta. Hay algo extraordinario en la arquitectura, el momento en que comienza la construcción genera una adrenalina incomparable con nada. Es un arte para el cuerpo. La hacemos para vivir, para estar. Los edificios deben, probablemente, provocar más sensaciones dentro que fuera. Hay que buscar cada vez más la invisibilidad, la arquitectura debería ser imperceptible, como un coche, que te debe proporcionar seguridad y sensaciones por dentro, no por fuera. Ante todo, ser cómodo.
Mi obra creo que no tiene argumento. Tiene contenidos, problemas. Planteo una investigación en cada obra, un deseo también, una manera de expresión. Puro suspense. El arte tiene mucho de eso, no sabes nunca hasta dónde puedes llegar. Mis cuadros son una exploración, ocurren siempre cosas imprevistas. Lo que no busco es que sea conceptual, el mismo planteamiento de las series niega eso. Yo creo en el misterio, creo que el arte tiene razón de ser porque hay zonas inaccesibles.
Para mí, un cuadro está lleno de actitudes, de representaciones subyacentes. Me interesa el arte así, los artistas libres y los que se acercan a la realidad desde extremos opuestos, como Picasso y Brancusi, por ejemplo. Creo en los artistas que recorren territorios y descubren cosas aquí y allá frente al artista más obcecado. El artista es aquél que siempre está hablando de estar corporalmente en el mundo. Al final creo que el arte debe ser ante todo realista, construir sobre cosas ya organizadas, reconstruir, reelaborar, reciclar. Debemos dejarnos impresionar más por la realidad. El arte es una celebración de la vida que es, a fin de cuentas, lo único que tenemos. Esta celebración es lo que une en mí al pintor, al escultor y al arquitecto.
A diferencia de la pintura, la escultura siempre ha estado más distante de mi cuerpo, ha sido más conceptual, como si mi mente estuviera alejada. Mi relación con la pintura está vinculada a la alegría de vivir, de estar en el mundo, de experimentar la luz, la vista. Lo más interesante de mi vida es haber extremado las distancias entre las tres artes que he practicado. El espacio imaginario es el que ha creado un diálogo entre ellas. La luz es fundamental, es lo que une los tres géneros artísticos. Las tres artes no deben aproximarse, son actividades muy distintas, invasoras, se pelean entre ellas.
16 marzo 2008
Efemérides
Este es el post o la entrada número 125 del blog y la utilizo para anunciar el 3er 'cumplemeses' de El tiovivo, cuya historia ha girado 7 veces en torno a la ciudad, a la calle, a sus gentes... Y gracias a los impulsos de los viajeros mediante un dibujo, una fotografía, la letra de una canción, una composición musical, una poesía y dos videos musicales.
Esperemos que el viaje siga viento en popa... girando, girando...
El próximo día 25, el martes después de Semana Santa, el blog cumple 3 añitos. Haré algo especial: si me lo pedís, os enviaré en alta calidad, vía email, la obra que más os interese de las aquí publicadas.
Saludos!
Esperemos que el viaje siga viento en popa... girando, girando...
El próximo día 25, el martes después de Semana Santa, el blog cumple 3 añitos. Haré algo especial: si me lo pedís, os enviaré en alta calidad, vía email, la obra que más os interese de las aquí publicadas.
Saludos!
07 marzo 2008
06 marzo 2008
14 febrero 2008
14 enero 2008
Letras agradecidas
10 enero 2008
La 2 es la primera...
... porque tiene mejores contenidos, programas que enriquecen al espectador en todos los sentidos. Aquí os selecciono los que más me atraen:
_Cámara abierta - El primer programa dedicado a Internet como plataforma de información, creación y comunicación. Recorre la red en busca de los blogs más interesantes, los mejores videos, los protagonistas de Internet, los proyectos más destacados... Apuesta por el periodismo ciudadano y por la colaboración de los telespectadores, que van a poder enviar videos de contenido informativo a la página web del programa o disponer de una cámara del programa durante 24 horas si tienen algo que contar. Los videos se emitirán en el programa y se colgarán el la web. La web es muy completa, incluyendo numerosos videos de los programas emitidos en televisión.- web del programa

_Metrópolis - Ofrece lo más significativo de la creación de vanguardia en artes plásticas, música, diseño, infografía, danza, arquitectura, fotografía, cine, videoarte, o performance - web del programa
_Tres14 - Programa de ciencia muy interesante, dirigido a todo el mundo, no sólo a los eruditos. La web es muy completa. Incluso se pueden visionar los programas emitidos en videos a través de la misma. - web del programa

_Redes - Programa de divulgación científica que dirige y presenta Eduard Punset - web del programa

_La noche temática - Programa muy interesante y distinto: aborda un mismo asunto desde distintas ópticas en una combinación de documentales, apoyado en ocasiones con largometrajes. Un espacio abierto a todos los conocimientos, que explora todas las corrientes de ideas, abierto a la innovación y al cambio - web del programa
_Cámara abierta - El primer programa dedicado a Internet como plataforma de información, creación y comunicación. Recorre la red en busca de los blogs más interesantes, los mejores videos, los protagonistas de Internet, los proyectos más destacados... Apuesta por el periodismo ciudadano y por la colaboración de los telespectadores, que van a poder enviar videos de contenido informativo a la página web del programa o disponer de una cámara del programa durante 24 horas si tienen algo que contar. Los videos se emitirán en el programa y se colgarán el la web. La web es muy completa, incluyendo numerosos videos de los programas emitidos en televisión.- web del programa

_Metrópolis - Ofrece lo más significativo de la creación de vanguardia en artes plásticas, música, diseño, infografía, danza, arquitectura, fotografía, cine, videoarte, o performance - web del programa
_Tres14 - Programa de ciencia muy interesante, dirigido a todo el mundo, no sólo a los eruditos. La web es muy completa. Incluso se pueden visionar los programas emitidos en videos a través de la misma. - web del programa

_Redes - Programa de divulgación científica que dirige y presenta Eduard Punset - web del programa

_La noche temática - Programa muy interesante y distinto: aborda un mismo asunto desde distintas ópticas en una combinación de documentales, apoyado en ocasiones con largometrajes. Un espacio abierto a todos los conocimientos, que explora todas las corrientes de ideas, abierto a la innovación y al cambio - web del programa
El último debate de la historia o cómo asimilar el Interbrain.
Mucho habría sorprendido a los gurús de la prospectiva del siglo pasado saber que estos primeros años del siglo XXII estarían conmocionados por un intenso debate jurídico. Una apasionada discusión que enfrenta a la Humanidad en dos facciones, y de cuya resolución depende, sin paliativos, el futuro del Homo Sapiens. Sorprendentemente, la cuestión nada tiene que ver con las preocupaciones de otras eras.
Con los desiertos transformados en vergeles gracias a la inagotable energía que proporciona la fusión de hidrógeno, hemos superado el hambre y el calentamiento global. Las emisiones a la atmósfera fueron eliminadas, y los potentes sistemas informáticos de control económico redistribuyen la riqueza a nivel planetario. La esperanza de vida es más que razonable, limitada sólo por las tasa de sostenibilidad demográfica. Los conflictos mundiales se han sometido al arbitrio ineludible de la ONU.
Hoy, las amenazas no vienen por ahí. No es una guerra la que divide a la Humanidad, ni las tensiones religiosas o ideológicas las que atenazan su desarrollo. Ningún conflicto que fuese esperable o previsible ha escapado al control y al perfeccionamiento de las ciencias sociológicas y políticas. Nada, excepto el Interbrain.
Todo comenzó con el invento de los transductores cerebrales. Igual que en su día sucedió con la aparición casi espontánea de Internet, la conexión directa con el ordenador proporcionó al ser humano primero una diversión, y luego una herramienta. La manipulación informática sin periféricos, realizada gracias a un pequeño chip pegado al cuero cabelludo, fue como un juego durante los primeros años.
Primero sirvió para crear un sencillo interface que reemplazó al antiguo joystick de las consolas de juegos. Este sistema de comunicación con la máquina superó enseguida a los convertidores de voz y, por supuesto, a los obsoletos teclados. Pero su verdadera fuerza, el estallido de lo que acabó conociéndose como “La era Interbrain”, aún tardó algunos años en dejarse sentir. Fue hacia 2071, cuando los convertidores de software copiaron el sistema neuronal del cerebro humano, y la relación con el ordenador pasó a ser directa, sin ningún hardware intermedio ni sistema operativo.
La gente comenzó a “pensar” partes de su vida en el ordenador, y a grabar los recuerdos más perecederos en sus Discos Duros Privados de Hiperseguridad (DDPH). La memoria humana externa pasó a ser una realidad.
Viejos temores resucitaron con esta hibridación de hombre y máquina. Hubo quién auguró ciber-guerras, como las descritas por la ciencia-ficción del siglo XX, en las que los robots pugnaban por dominar a los humanos. Pero, una vez más, rompiendo los vaticinios de la más aguda prospectiva, la Humanidad asimiló esta nueva herramienta y la utilizó en su beneficio. Igual que antes había hecho con el hacha neolítica, con la penicilina, con la píldora anticonceptiva o con la fisión nuclear, el hombre no dejó de ser hombre por culpa de la ciencia, sino que pasó a ser un hombre más completo.
La vigilancia se mantuvo alerta, sin embargo, durante décadas. Los puritanos impulsaron estrictas leyes de privacidad, de protección de datos personales, de herencia. Se reguló si los hijos podían acceder a los archivos de recuerdos de sus padres, y bajo qué circunstancias. Se dictaron sentencias sobre el borrado integral de discos personales de seguridad. Se vetó el acceso a ellos a la policía, al igual que en su día se había denostado la tortura como medio de acceder a los secretos del otro.
Todo parecía bajo control hasta hace cuatro años. Entonces todo el mundo usaba ya el transductor cerebral para las tareas más simples, como contestar a su correo electrónico o chatear por la venerable Internet. Se dice que fue un grupo de jóvenes del Levante español el primero en crear una comunidad mental digital, es decir, los primeros en intercambiar información de mente a mente utilizando la vieja red como soporte. Había nacido Interbrain.
Los cambios que trajo este “chateo mental directo” pasaron desapercibidos para las autoridades y hasta para los expertos. Poco a poco, las comunidades mentales digitales se fueron extendiendo por el planeta, igual que en el pasado sucedió con Internet, sin que nadie percibiese la revolución que anticipaban.
Los grupos de diálogo comenzaron a entremezclar a personas de todos los puntos del planeta, que nunca se habían visto en persona pero que comenzaban a poner sus recuerdos y experiencias vitales en común. Y lo más importante, a tomar decisiones juntos.
Hace dos años surgió la primera Confederación Personal. La componían 232 individuos de todas las edades y sin ningún vínculo social o religioso. Pronto se evidenciaron sus efectos: tres centenares de cerebros tomando decisiones al unísono en tiempo real consiguieron un poder casi omnímodo, demoledor, real. Gracias a sus agendas vitales compartidas, comenzaron a anticiparse a las decisiones económicas de la Bolsa, a las sanciones de sus gobiernos locales, a las modas de sus entornos locales. Aprovechando los conocimientos comunes, un médico era a la vez un arquitecto y un luthier. Y un abogado, y un maestro, y un bombero. Comenzaron a ser tratados como una secta.
Paradójicamente, fue el hecho biológico de la muerte la que provocó que las Confederaciones Mentales se escapasen de todo control. Sucedió el 1 de enero de 2103, cuando un individuo falleció físicamente, pero su back-up quedó insertado en su comunidad. Luego le siguieron otros, que incluso buscaron la muerte voluntariamente para quedar grabados eternamente en la Interbrain.
En estos momentos, el modelo de Humanidad está en crisis. La asamblea general de la ONU se encuentra reunida en sesión permanente desde hace dos meses, debatiendo la cuestión más peliaguda de la historia: ¿Se autorizará la denominación de “persona” a las Confederaciones Mentales? ¿Serán tratados como individuos o como colectivos? ¿Qué poder político tendrán? ¿Cuánto valdrá su voto, como uno, o como el total? Estas dudas atenazan hoy al futuro del hombre.
¿O quizá debería decir del Hombre, con mayúsculas?
PD.- Yo mismo escribo estas líneas desde el ordenador que sirve de soporte a lo que fue mi consciencia e intelecto, porque yo soy aquel hombre que falleció el 1 de enero de 2103. ¿Me borrarán algún día? ¿Podrán llegar estas reflexiones hasta vosotros? Lo desconozco porque, terriblemente, ya no depende de mí.
Luis C. Congil, periodista de 35 años, residente en Vigo, Pontevedra.
Ganador de la 8ª edición de la cuestión del programa de La 2 'Redes', que en esta ocasión era '¿Te atreves a imaginar cómo será el mundo en el año 2105?'
Con los desiertos transformados en vergeles gracias a la inagotable energía que proporciona la fusión de hidrógeno, hemos superado el hambre y el calentamiento global. Las emisiones a la atmósfera fueron eliminadas, y los potentes sistemas informáticos de control económico redistribuyen la riqueza a nivel planetario. La esperanza de vida es más que razonable, limitada sólo por las tasa de sostenibilidad demográfica. Los conflictos mundiales se han sometido al arbitrio ineludible de la ONU.
Hoy, las amenazas no vienen por ahí. No es una guerra la que divide a la Humanidad, ni las tensiones religiosas o ideológicas las que atenazan su desarrollo. Ningún conflicto que fuese esperable o previsible ha escapado al control y al perfeccionamiento de las ciencias sociológicas y políticas. Nada, excepto el Interbrain.
Todo comenzó con el invento de los transductores cerebrales. Igual que en su día sucedió con la aparición casi espontánea de Internet, la conexión directa con el ordenador proporcionó al ser humano primero una diversión, y luego una herramienta. La manipulación informática sin periféricos, realizada gracias a un pequeño chip pegado al cuero cabelludo, fue como un juego durante los primeros años.
Primero sirvió para crear un sencillo interface que reemplazó al antiguo joystick de las consolas de juegos. Este sistema de comunicación con la máquina superó enseguida a los convertidores de voz y, por supuesto, a los obsoletos teclados. Pero su verdadera fuerza, el estallido de lo que acabó conociéndose como “La era Interbrain”, aún tardó algunos años en dejarse sentir. Fue hacia 2071, cuando los convertidores de software copiaron el sistema neuronal del cerebro humano, y la relación con el ordenador pasó a ser directa, sin ningún hardware intermedio ni sistema operativo.
La gente comenzó a “pensar” partes de su vida en el ordenador, y a grabar los recuerdos más perecederos en sus Discos Duros Privados de Hiperseguridad (DDPH). La memoria humana externa pasó a ser una realidad.
Viejos temores resucitaron con esta hibridación de hombre y máquina. Hubo quién auguró ciber-guerras, como las descritas por la ciencia-ficción del siglo XX, en las que los robots pugnaban por dominar a los humanos. Pero, una vez más, rompiendo los vaticinios de la más aguda prospectiva, la Humanidad asimiló esta nueva herramienta y la utilizó en su beneficio. Igual que antes había hecho con el hacha neolítica, con la penicilina, con la píldora anticonceptiva o con la fisión nuclear, el hombre no dejó de ser hombre por culpa de la ciencia, sino que pasó a ser un hombre más completo.
La vigilancia se mantuvo alerta, sin embargo, durante décadas. Los puritanos impulsaron estrictas leyes de privacidad, de protección de datos personales, de herencia. Se reguló si los hijos podían acceder a los archivos de recuerdos de sus padres, y bajo qué circunstancias. Se dictaron sentencias sobre el borrado integral de discos personales de seguridad. Se vetó el acceso a ellos a la policía, al igual que en su día se había denostado la tortura como medio de acceder a los secretos del otro.
Todo parecía bajo control hasta hace cuatro años. Entonces todo el mundo usaba ya el transductor cerebral para las tareas más simples, como contestar a su correo electrónico o chatear por la venerable Internet. Se dice que fue un grupo de jóvenes del Levante español el primero en crear una comunidad mental digital, es decir, los primeros en intercambiar información de mente a mente utilizando la vieja red como soporte. Había nacido Interbrain.
Los cambios que trajo este “chateo mental directo” pasaron desapercibidos para las autoridades y hasta para los expertos. Poco a poco, las comunidades mentales digitales se fueron extendiendo por el planeta, igual que en el pasado sucedió con Internet, sin que nadie percibiese la revolución que anticipaban.
Los grupos de diálogo comenzaron a entremezclar a personas de todos los puntos del planeta, que nunca se habían visto en persona pero que comenzaban a poner sus recuerdos y experiencias vitales en común. Y lo más importante, a tomar decisiones juntos.
Hace dos años surgió la primera Confederación Personal. La componían 232 individuos de todas las edades y sin ningún vínculo social o religioso. Pronto se evidenciaron sus efectos: tres centenares de cerebros tomando decisiones al unísono en tiempo real consiguieron un poder casi omnímodo, demoledor, real. Gracias a sus agendas vitales compartidas, comenzaron a anticiparse a las decisiones económicas de la Bolsa, a las sanciones de sus gobiernos locales, a las modas de sus entornos locales. Aprovechando los conocimientos comunes, un médico era a la vez un arquitecto y un luthier. Y un abogado, y un maestro, y un bombero. Comenzaron a ser tratados como una secta.
Paradójicamente, fue el hecho biológico de la muerte la que provocó que las Confederaciones Mentales se escapasen de todo control. Sucedió el 1 de enero de 2103, cuando un individuo falleció físicamente, pero su back-up quedó insertado en su comunidad. Luego le siguieron otros, que incluso buscaron la muerte voluntariamente para quedar grabados eternamente en la Interbrain.
En estos momentos, el modelo de Humanidad está en crisis. La asamblea general de la ONU se encuentra reunida en sesión permanente desde hace dos meses, debatiendo la cuestión más peliaguda de la historia: ¿Se autorizará la denominación de “persona” a las Confederaciones Mentales? ¿Serán tratados como individuos o como colectivos? ¿Qué poder político tendrán? ¿Cuánto valdrá su voto, como uno, o como el total? Estas dudas atenazan hoy al futuro del hombre.
¿O quizá debería decir del Hombre, con mayúsculas?
PD.- Yo mismo escribo estas líneas desde el ordenador que sirve de soporte a lo que fue mi consciencia e intelecto, porque yo soy aquel hombre que falleció el 1 de enero de 2103. ¿Me borrarán algún día? ¿Podrán llegar estas reflexiones hasta vosotros? Lo desconozco porque, terriblemente, ya no depende de mí.
Luis C. Congil, periodista de 35 años, residente en Vigo, Pontevedra.
Ganador de la 8ª edición de la cuestión del programa de La 2 'Redes', que en esta ocasión era '¿Te atreves a imaginar cómo será el mundo en el año 2105?'
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