16 febrero 2011

Música



[...] para Franz es el arte que más se aproxima a la belleza dionisíaca entendida como embriaguez. Uno no puede embriagarse fácilmente con una novela o un cuadro, pero puede embriagarse con la novena de Beethoven, con la sonata de Bartok para dos pianos y percusión o con las canciones de los Beatles. Franz no distingue entre la llamada seria y la música moderna. Esa diferencia le parece anticuada e hipócrita. Le gusta tanto el rock como Mozart.

Para él la música es una liberación: lo libera de la soledad, del encierro del polvo de las bibliotecas, abre en su cuerpo una puerta por la que su alma entra al mundo para hermanarse. Le gusta bailar y lamenta que Sabina no comparta esta pasión con él.

Están los dos en un restaurante y mientras comen se oye por los altavoces una sonora música rítmica.

Sabina dice:

- Esto es un círculo vicioso. La gente se vuelve sorda porque pone la música cada vez más alto. Y como se vuelve sorda, no le queda más remedio que ponerla aún más alto.
- ¿No te gusta la música? - le pregunta Franz.
- No - dice Sabina. Luego añade- Puede que si viviera en otra época... - y piensa en el tiempo en que vivía Johann Sebastian Bach, cuando la música era como una rosa que crecía en una enorme planicie nevada de silencio.

El ruido disfrazado de música la persigue desde su infancia. Cuando estudiaba en la academia de pintura, tuvo que pasar unas vacaciones enteras en la llamada Obra de la Juventud. Vivían en unas habitaciones comunes y trabajaban en la construcción de una siderurgia. La música aullaba desde los altavoces a partir de las cinco de la mañana y hasta las nueve de la noche. Le daban ganas de llorar, pero la música era alegre y era imposible escapar de ella, ni en el retrete, ni en la cama bajo la manta, los altavoces estaban por todas partes. La música era como una jauría de perros de presa que hubieran soltado tras ella.

Entonces pensaba que esta barbarie musical sólo imperaba en el mundo comunista. En el extranjero comprobó que la transformación de la música en ruido es un proceso planetario, mediante el cual la humanidad entra en la fase histórica de la fealdad total. El carácter total de la fealdad se manifestó en primer término como omnipresente fealdad acústica: coches, motos, guitarras eléctricas, taladros, altavoces, sirenas. La omnipresencia de la fealdad visual llegará pronto.

Cenaron, subieron a la habitación, hicieron el amor y a Franz se le confundían las ideas en el umbral del sueño. Se acordó de la ruidosa música durante la cena y pensó: "El ruido tiene una ventaja. No se oyen las palabras". Se dio cuenta de que desde su infancia no hace otra cosa que hablar, escribir, dar conferencias, inventar frases, buscar expresiones, corregirlas, de modo que al final no hay palabras precisas, su sentido se difumina, pierden su contenido y se convierten en residuos, hierbajos, polvo, arena que vaga por su cerebro, que le duele en la cabeza, que es su insomnio, su enfermedad. Y en ese momento sintió el anhelo, oscuro y poderoso, de una música inmensa, de un ruido absoluto, un bullicio hermoso y alegre que lo abrace, lo inunde y lo ensordezca todo y en el que desaparezca para siempre el dolor, la vanidad y el nihilismo de las palabras. ¡La música, la negación de las frases, la música, la anti-palabra! Anhelaba estar durante mucho tiempo abrazado a Sabina, callar, no decir ya nunca más una sola frase y dejar que el placer se funda con el estruendo orgiástico de la música. En medio de aquel feliz ruido imaginario se durmió.

[...]

[Extracto de 'La insoportable levedad del ser', de Milan Kundera]

07 febrero 2011

Transeúnte - 04



Colgado del suelo por la gravedad
qué menos da nada, qué más da todo
eres completa y feliz levedad
que se irá de cualquier modo

Nada se templa, todo se cuece
Nada es ruido, todos son nueces

Mi brecha brotando latires
destreza en el vuelo del águila
aquí, sin ires ni venires
aquí, los ojos que el mundo baila

[Fotografía © Aaron Siskind]

04 febrero 2011

Baladí



Fuerte
como el polvo de los huesos con el que caliento las tardes
como el frío del azulejo que sesga la hierba de mi alma
como el paisaje cerámico que araño con mi grito desgarrado
que hace añicos el horizonte naranja que me baña
que agrieta ácidamente los nudos de mi garganta

como este indescriptible sabor que se clava de coronilla a pies
con cada letra
de cada una
de estas palabras que escribo
y que retuercen mi ser

y siento estremecerse
todos los significados
todos los enigmas
todo el universo
dentro de mí

y tiemblo y muero
derrumbándome desde dentro hacia afuera
disolviéndome en la levedad de cada segundo
confundiéndome en cada cosa que me rodea
despareciendo con lo etéreo
dejando de ser en la lógica del tiempo
siendo en la incertitumbre del sentimiento

y
no sé cómo
trémulo
frágil
vulnerable
diminuto
brutalmente estremecido
renazco de nuevo

aquí estoy
dando rostro y nombre
a la más absoluta de las nimiedades

Universos - 09



Los días son incendios en las manos de algún Dios ciego

Universos - 08



A la tormenta se ama porque estremece.

[Fotografía: http://haciendofotos.com/]

02 febrero 2011

01 febrero 2011

Suena el silbato de vapor - 07



Flotando en el vaivén del consuelo del mar
se apagan los fuegos

este aire penetrando los ojos, estas bocanadas
que escuecen, estas arenas del desasosiego

Maldita sustancia hedonista
que fluidifica los trayectos densos de mis venas
que potencia este desliz de cada pisada

este rostro pálido de los días
esta dentadura de terrible escualo que asoma cada mañana
como si fuera mi aniversario y mereciera el regalo

y trinca y baja y sube y suelta
y baila y se cansa
y salta y corre y huye y se presenta
ante cada brote de alegría, de euforia, de sensatez,
y disfrazado de zombi en todas y cada una de mis penas

Maldita sustancia hedonista que flota en el Gánges de la paradoja
vendando sin distinguir ojo de herida
como añorando la muerte mientras muero
como echando de menos vivir lo que ya vivo cuanto más intensa se hace mi vida

[Fotografía © Asako Narahashi]

Vértigo



¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué nos da también vértigo en un mirador provisto de una valla asegurada? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.

[Milan Kundera - La insoportable levedad del ser]

[Fotografía © Carlos Amorales]