Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza
porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no.
La inocencia radical de los primeros años de vida En los aeropuertos, donde paso la mayor parte de mi vida, tengo mucho tiempo para observar a la gente. Veo parejas furtivas presas del instinto más primitivo de todos, hombres de negocios estresados por jefes a su vez estresados por otros jefes, madres que deben conciliar sus obligaciones laborales con la cría de la prole. En la mayor parte de los casos, es gente vulnerable que no sabe realmente qué les pasa por dentro.
[...] me apena descubrir que, a veces, perdemos esa capacidad de amar y esa curiosidad inicial apasionadas. “No es la muerte lo que nos iguala con el resto del mundo; solo nos iguala el amor, cuando surge y desarma” advierte Elsa Punset.
¿Es fiable nuestra percepción? Si nos perdemos, acabamos dando vueltas sobre nosotros mismos. ¿Por qué? Científicos alemanes han podido comprobar mediante un experimento que hacen falta algunas pistas esenciales para caminar en línea recta sin perderse.
Claro, ya sabíamos que cuando se tiene la Luna, el Sol o una montaña enfrente —en otras palabras, algún punto de referencia, además de querer caminar en línea recta—, era relativamente fácil conseguirlo: bastaba con seguir el punto de referencia si era visible.
Ahora bien, yo les pido a mis lectores que cierren un instante los ojos e intenten imaginar una situación en la que han tomado la decisión irrevocable de ir en línea recta hacia delante sin punto de referencia alguno: en plena oscuridad y con los ojos vendados, para no ver ningún resplandor que pueda servir de guía. ¿Saben lo que va a ocurrir? Van a descubrir que para seguir adelante en línea recta hacen falta estrategias cognitivas adicionales, sin las cuales van a acabar dando vueltas sobre ustedes mismos.
[...]
Si resulta que para una cosa tan simple como caminar en línea recta no nos podemos fiar de nuestros mecanismos de percepción, que por sí solos no van a llegar a ninguna parte [...], ¿cómo vamos a podernos fiar a la hora de tomar decisiones más trascendentales como salir de viaje, casarnos o cambiar de trabajo? Obviamente, no basta con aceptar o rechazar estas disyuntivas. Habrá que pertrechar esas decisiones con estrategias cognitivas adicionales. Y eso es, justamente, lo que no quiere hacer mucha gente.
Si no queremos acabar dando vueltas sobre nosotros mismos, o sobre el mismo problema que nos estuvo atenazando durante tanto tiempo, será preciso aportar puntos de referencia nuevos tan grandes como la Luna, el Sol o una montaña. Cuando emocional o cognitivamente hayamos tomado una decisión —me caso o no me caso, cambio o no cambio de trabajo—, el grupo de científicos alemanes con cuyo experimento iniciaba esta columna nos está sugiriendo que eso no es más que el comienzo. Para no acabar dando vueltas sobre uno mismo hay que hacer muchas más cosas.
Si Andy Warhol levantara la cabeza su musa no sería Marilyn Monroe...
Creo que no...
Como buen 'espejo' de lo que se cuece en la sociedad, firmaría con el seudónimo de Andy Warjaaarl y algunas de sus obras tendrían como personaje central a Belénsteban...
La mar pendular armónico de kamikazes peregrinos en capas de Bohemia frágiles en la inmensa manta que les abriga y mece en violenta suavidad y engulle en conciertos de garganta voraz.
El mar de bóvedas que nacen, azules, y mueren, blancas... efímera, excitante y vertiginosa vida que les toca como la de quien acuchilla las aguas.
El mar colgada de la luna, al unísono de los vientos, danza hipnotizante de burbujas sobre arcos y horizontales perfectas de anhelo y desconsuelo
La mar belleza tan profunda que ni la luz puede robar secreta, oculta, extrema Inalcanzable, excelsa, suprema
El mar, arquitectura azul inmutable de vigas y pilares que se arquean y se retuercen a su antojo flexibles como serpientes
'Para ti, para mí, para nadie más se ha inventado el mar' [AS > N]
Quieres que me entregue a ti mejor y olvide que mañana estaré esperando a que me llames.
Me pides que me quede por mi bien y sigo sin llegar a alcanzar algo que me divierta...
No sé por qué insistimos en pensar que todo va a acabar siempre mal, cuando nunca pasa nada.
Tenemos que encontrarnos al final y hablar como solías hacer, cuando tú ya me importabas.
Como jugar con los coches, o tirar piedras al cristal de aquel portal que tú conoces.
Eh, no digas que está bien no digas que pasó y que no debió pasar, no, nunca voy a creer, que no puedo dormir y me repito que la culpa no es de nadie aunque te odie a ti.
Mi grado de frustración es siempre ambiguo y las cosas que más me gustan siempre me hacen llorar, mi infancia ha sido tan larga que nunca acaba de terminar, y sigo sin encontrar algo que me divierta de verdad. Como jugar con los coches o tirar piedras al cristal de aquel portal que tú conoces.
Eh, no digas que está bien, no digas que pasó y que no debió pasar. No, nunca voy a creer que no puedo dormir ni distinguir de quién es hoy la culpa, solamente te odio a ti.