18 agosto 2010

Acariciando aceras - 65


[Obra realizada digitalmente a partir de fotografías de Karina Beltrán]

Todo es allí menos aquí

Ven

Cuenta las horas que faltan para tu deseo más próximo
te sobran dedos y, como siempre, faltan anillos por comprar

No hay cintura ni paciencia
sólo caderas y crujidos de huesos
y, para nuestros actos, clemencia

Necesitamos más pausa, pasar de todo y besos
y menos martillo, cincel y capas de pintura

Sólo hay helicópteros
sobrevolando terrazas de cueros orientales
decapitando putas, polinizando orquídeas radiantes de adolescencia

Sólo hay carnicerías abiertas atiborradas de ojos con dientes
y fajos de billetes sudados comprando carne cruda
o, tal vez, soñándote desnuda

Sólo hay estúpidos luchando por olvidar
No pienso borrar ninguna página
ni arrugar las servilletas de mi memoria
Ni lo sueñes igual que yo no sueño
con que desaparecezcas
desde que somos peces del Guadiana

Sólo hay un aquí e infinitos allí
Espero seguir encontrando
tus hilos de seda y lana
en alguna arruga de mi espejo
en algún reflejo de mi cama

2 comentarios:

Víctor dijo...

Buen poema.
Qué mejor que poner manchas de color sobre el desierto blanco que nos espera, sembrar notas musicales para que se confundan con las nubes, que mejor que escribir palabras que sólo dicen lo que guardamos en lo más profundo y van directamente al corazón ajeno, que mejor que cantar una cación al anochecer...

Víctor Marín dijo...

Gracias. Tu comentario también es un bonito poema.