Qué pena no ser ave de paso, ni derrota de carta marina Qué dulce ser el trapo blanco henchido al viento del velero que alegre se encabrita Qué lento ser ciprés viviendo erguido al cielo y saber que todo en este mundo necesita su tiempo
Qué pena no ser ave de paso ni proa que acuchilla siete mares O relumbre del zarcillo de bella muchacha que descalza baila por los parques. Busco en el ruido de las plazas. Busco en las calles de ciudades que ya no conozco. Busco el aroma de mujeres que pasan a sus cosas, a su lucha, a la tarea que les toca.
Guardo una tarde de sol por si hace falta, ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarme. Guardo la mirada risueña de alguna muchacha. Guardo en un bolsillo el color de la piel de una naranja.
Mejor pluma del ala de un perro que pasar los días esperando ahumar el avispero de la mente, que se despierte la desidia con sus sombras.
Te busco entre las gentes de las plazas. Te busco en las calles de ciudades que ya no recuerdas. Te busco en el perfume de mujeres que pasan, en los silencios que crecen cuando ellas no hablan.
Te guardo una tarde de sol por si la quieres. Ese es un tesoro que nadie podrá arrebatarte. Te guardo una mirada risueña que nada pretende. Te guardo en un bolsillo el calor de mi piel por si vinieses.
Vanguardia es un término militar y este marchante judío odiaba que esta denominación se aplicara al arte, porque él había sido fusilado tres veces. Sucedió en el campo de exterminio de Auschwitz cuando los nazis, ante la inminente llegada de los rusos, pasaban por las armas de forma convulsa a centenares de prisioneros con el único objetivo de vaciar los pabellones. Tenía quince años. Frente al pelotón de fusilamiento, la primera vez se desmayó por puro terror un segundo antes de que sonara la descarga. Cayó en el foso bajo un montón de cadáveres; a través de ellos, en la oscuridad de la noche, trabajosamente logró salir a la superficie y se confundió con los supervivientes en el patio, pero poco después, en una segunda leva indiscriminada, fue llevado de nuevo al paredón. Esta vez aprovechó la experiencia. Como un velocista que empieza a correr una décima de segundo antes de que suene el disparo y anulan la salida, este muchacho judío se desplomó sin que le hubiera llegado la bala todavía, sólo que el jefe de pelotón no reparó en esta infracción y dio por válido el fusilamiento. Su padre era marchante de arte en Berlín y ya había sido gaseado en ese mismo campo junto con toda la familia. Antes de morir le había dado un consejo. Le dijo que en los momentos en que se sintiera más degradado se aferrara a la belleza de una melodía o al fragmento de un cuadro para purificarse. En medio de la miseria de Auschwitz, el muchacho imaginaba la luz que despide el pañuelo de la infanta Margarita, pintada por Velázquez. Su padre le había enseñado a descifrar el misterio de aquellas pinceladas impresionistas cuyo resplandor había inaugurado la pintura contemporánea. Mientras estaba por segunda vez palpitando vivo bajo un cúmulo de cadáveres fusilados, recordó la imagen de aquel pañuelo que la infanta tiene en la mano, y sabía que esa luz le guiaría siempre a través de los muertos. Cuando por tercera vez fue llevado al paredón ya era un experto, no sólo en desplomarse una décima de segundo antes de tiempo, sino en agarrarse a esas pinceladas luminosas de Velázquez para salvarse. Aquel muchacho judío hoy es un marchante famoso, con galería en Berlín, y se niega a llamar vanguardia, una palabra bélica, de índole fascista, a cualquier actividad que tenga relación alguna con la belleza. En su opinión, nada hay más revolucionario en pintura moderna que el resplandor del pañuelo de la infanta Margarita de Velázquez iluminando la salida del foso por debajo de un montón de cadáveres de cualquier clase.
['Vanguardia', extracto de 'El cuerpo y las olas' de Manuel Vicent]
[La infanta Margarita de Austria, por Diego Velázquez, 1660]
I've been wasting all my time With the devil in the details I got no energy to fight He is a fucking power mind That devil in the details He is fixing up to take a bite I don't see the point in try I've got the devil in the details He's gonna teach me wrong from right That fucking power mind the devil in the details I'm gonna dance with him tonight
All of my wrongs, no more wicked ways Will come back to haunt me , come with me For all of the songs i hope to write someday Looks like the devil is here to stay
Let me take you for a ride with the Devil in the details We'll kiss and tremble with the light Everything is fine with the devil in the details We're gonna dance with Him tonight
All of my wrongs, no more wicked ways Will come back to haunt me , come with me For all of the songs i hope to write someday Looks like the devil is here to stay
Looks like the devil is here to stay
All of my wrongs, no more wicked ways Will come back to haunt me , come with me For all of the songs i hope to write someday Looks like the devil is here to stay
I've been wasting all my time With the devil and the details
¿Qué es lo verdaderamente importante?, busco en mi interior la respuesta, y me es tan difícil de encontrar.
Falsas ideas invaden mi mente, acostumbrada a enmascarar lo que no entiende, aturdida en un mundo de irreales ilusiones, donde la vanidad, el miedo, la riqueza, la violencia, el odio, la indiferencia, se convierten en adorados héroes, ¡no me extraña que exista tanta confusión, tanta lejanía de todo, tanta desilusión!.
Me preguntas cómo se puede ser feliz, cómo entre tanta mentira puede uno convivir, cada cual es quien se tiene que responder, aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:
Queda prohibido llorar sin aprender, levantarme un día sin saber qué hacer, tener miedo a mis recuerdos, sentirme sólo alguna vez.
Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quiero, abandonarlo todo por tener miedo, no convertir en realidad mis sueños.
Queda prohibido no demostrarte mi amor, hacer que pagues mis dudas y mi mal humor, inventarme cosas que nunca ocurrieron, recordarte sólo cuando no te tengo.
Queda prohibido dejar a mis amigos, no intentar comprender lo que vivimos, llamarles sólo cuando los necesito, no ver que también nosotros somos distintos.
Queda prohibido no ser yo ante la gente, fingir ante las personas que no me importan, hacerme el gracioso con tal de que me recuerden, olvidar a todos aquellos que me quieren.
Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo, no creer en mi dios y hallar mi destino, tener miedo a la vida y a sus castigos, no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme, odiar los momentos que me hicieron quererte, todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse, olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen más que la mía, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha, sentir que con su falta el mundo se termina.
Queda prohibido no crear mi historia, dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida, no tener un momento para la gente que me necesita, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.
[Alfredo Cuervo Barrero - Queda prohibido]
Copio y pego de Open blog: Este poema circula por varias zonas de Internet atribuido a Pablo Neruda. 1º) El poema 'Queda Prohibido' está inscrito en el registro de Propiedad Intelectual de Vizcaya a nombre de Alfredo Cuervo Barrero. Número de inscripción BI -13- 03. 2º) La fundación Pablo Neruda de Chile ha negado que este poema pertenezca al poeta, puede corroborarlo enviándoles un E-Mail en su página Web. 3º) Queda Prohibido fue publicado por primera vez en Internet el 23 de Julio de 2001 en la página deusto.com, un poco extraño que siendo un poema 'tan hermoso de Pablo Neruda', como se ha comentado en ciertas páginas, no haya ni una sola web con el poema publicado antes de dicha fecha.
Olvidé las palabras no las encuentro ya no fuerzo a que mi boca se abra paso de comprenderlo mis manos trazan sólo siento cómo arde, cómo calma el quejido de mi aliento aquí estoy colgado de las ramas esperando nada agua, sol, nube o viento
Respiro y me vacío me asomo al vértigo no soy nadie especial sólo tengo esto que vivo: esperanza y miedo
Esto nos lo dice Alejandro Jodorowsky en sus obras, conferencias y entrevistas, pero también lo ilustra de manera preciosa esta historia:
Érase una vez un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo. La Muerte no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz. Pero no por mucho tiempo, porque como era un experto en la naturaleza humana se le ocurrió una ingeniosa estratagema. Regresó de nuevo y dijo:
- Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto.
El científico pegó un salto y gritó: - ¡Imposible! ¿Dónde está el defecto? - Justamente aquí, respondió la Muerte, mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo.
Todo lo que hace falta para descubrir al 'ego' es una palabra de adulación o de crítica.
Es igual de sangrante amar que odiar. Mueres por seguir viviendo ante esa persona. La diferencia está en los pulsos de la sangre, en la riqueza y la pureza de la sangre.
Ave migratoria se enfunda en otro abrigo otras olas de manos buscando conchas sobre la misma arena otras olas de ojos quemando versos de antiguas crónicas
el baño se hace cofre y enciende el engranaje rasgaduras de velcro en las redes del averno
caen mil bolas de luz se desatan las páginas que fueron escritas estalla cegador el resplandor se nubla la voz que se aisla
globos de colores adornan las pupilas las huellas de los pies y su carne en la parrilla y en el humo el sabor del baile de Lucifer
y en su corralón comienza a pintar sus propios pasos dejando algunos en blanco
Los planetas tienen movimiento de rotación y translación a lo largo de su órbita. Se mueven de forma indefinida. Se encuentran en el punto de equilibrio entre la velocidad a la que se mueven y la distancia al centro, por el cual la velocidad que llevan tiende a expulsarlos (fuerza centrífuga) y a la distancia a la que se encuentran sufren una gravedad que tiende a atraerlos al centro (fuerza centrípeta). Esas fuerzas están equilibradas y por tanto los planetas se quedan indefinidamente en órbita.
Planeta en griego significa 'errante'. Errante: que anda de una parte a otra sin tener domicilio ni asiento. Antónimo de errante: arraigado.
'¿Dónde estás? que no te veo' pregunta la nube al sol. 'Será mejor. Ahora lo entiendo' piensa el sol. 'Acércate. Dame un pedazo' pide el sol a la luna. 'No hay más lamentos' dice la nube mientras se dispersa en la luna. 'Créeme. Jamás has soñado' responde la luna al sol. 'Si te acercas, me [con]vences' reclama el sol y la ola se derrama en la arena. '¿Para qué?' y la luna se reclina en el silencio de la estrella polar.
Clavos de plata muerden el telón al escenario arde el patio de butacas tachaduras en el guión
Aún el megáfono corre la voz de gasolina hace sonar la alarma se reclama publicidad cartel y alfombra roja en estrenos sumergidos en bañeras de alquitrán
Una marca comercial de neumáticos dice en uno de sus anuncios que 'La potencia sin control no sirve de nada'
¿Quién tiene toda potencia siempre disponible? ¿Quién es capaz de controlar las infinitas variables?
Intentarlo es el descontrol seguro Ley de la retrocesión: sufrir al hacer el esfuerzo por no sufrir
El control es no controlar es dejarse llevar por la propia inercia de uno conjugada por el azar de las variables Zambullirse montado a lomos del momento manejándolo con el ímpetu salvaje de la intuición del latido
Filosofía taoísta: La salvación comienza cuando asumes que no hay salvación
[¡Qué resistencia!¡Qué difícultad! Mucho por demoler. Proyecto de demolición. Firma de Arquitecto]
El cerebro mira hacia el futuro y lo concibe como algo bueno que ha de repetirse indefinidamente, sin darse cuenta de que su propio material encontrará al fin ese proceso fatigoso en un grado intolerable. Como el cerebro no toma esto en cuenta, no ve que, siendo él mismo material y sometido al cambio, sus deseos cambiarán y llegará un tiempo en que la muerte le parecerá bien.
Entonces el espacio te dice si ha llegado tu hora y la noche te susurra cuando amanece y el silencio dibuja el viaje del sonido y la luz donde se agazapan los pozos y tus manos, si puedes leer y los ojos, si deseas escribir y mi cuerpo, si quieres beber
...
y el corazón, con un bastón de ciego, escarba en la arena las razones para morir
A veces en mis ratos de soledad convoco a la palabra y la hago danzar a mi voluntad, pudiendo hacer que sea tan veloz como el pestañeo de un ojo o tan lenta como un recuerdo desvaneciéndose
puedo hacer que te divierta o, al contrario, hacer que te sumerja en la más cruda de las tristezas, depende del momento, de la situación...
Puede ser tan dulce como tu cara o tan retorcida como la mente de un asesino en serie sabes? porque una palabra, a veces, vale más que mil imágenes sin sentido
Recuerda: no hay arma más mortífera que una palabra brotada de un corazón noble y un par de huevos que la respalden
Con el crudo en las bodegas volveré a buscar todo el tiempo vivido que hemos perdido sin protestar voy a probar primero al olvido, a lo ajeno voy a pasar a retiro de un tiro al culpable de mi soledad
No sé qué quiero pero sé lo que no quiero sé lo que no quiero y no lo puedo evitar puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar
El marinero de río no tiene calor ni frío la ciudad no tiene puerto y se siente muy vacío ¡Ay, qué pena! Últimamente ha perdido su capacidad de sorpresa en un vaso de cerveza caliente fue que se la olvidó
Quiero elegir del mapa un lugar sin nombre adonde ir será el lugar donde viva lo que quede por vivir ¡y eso es mucho tiempo!
Por eso de cada viaje me traigo el equipaje perdido por eso es que he decidido nunca olvidar, nunca olvidar
no sé qué quiero pero sé lo que no quiero sé lo que no quiero y no lo puedo evitar puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar
no sé lo que tengo pero sé lo que no tengo sé lo que no tengo porque no lo puedo comprar puedo seguir cantando pero sigo esperando sigo esperando pero estoy cansado de esperar
no sé qué quiero pero sé lo que no quiero sé lo que no quiero y no lo puedo evitar puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando lo estoy pensando pero estoy cansado de pensar
enciendo olores con tu mano soplo hasta que se conserva el naranja y el humo gris se hace denso como un hilo de leche agarro suavemente la piedra de color de la nube agradable y que bautizó la luna de febrero y me dejo abrazar por acordes sublimes que ya me subyugaban antes de tu pubertad
escribo y me paro en los cuerpos de cada momento
en las cartas de los restaurantes en la miel y en las reminiscencias marroquíes en el dorado oriental mitificado en las sábanas de mi cama doblada que empequeñece mi cuarto en el libro que me llena la vida de olas en la oscuridad al teléfono que convierte mis sueños en líquidos en los pasos lentos entre girasoles en el castillo azotados por el viento de nuestro profeta en los melancólicos retornos nocturnos de cada viaje en los leves regalos de nieve y la calma de edredones mirando los pozos del fuego en los desayunos y demás bocados de amor al sol de la feria dejada en la suerte donada por el dulzor del vino de las camas entre árboles de amarillo pálido en los bailes acuáticos rotando y rotando con la arena del tiempo que se para en el juego que trajo nuevos sabores a las mismas salivas más allá de las carnes en los puentes volando sobre los ladridos de un agua reclamando calma en las flores agitadas por turbulencias higiénicas y sagradas de los pechos descubiertos en las despedidas con destino al infierno rotundo de llamas diáfanas como piedras en las ausencias contigo y con los bolsillos sangrando monedas de silencios que nos abofetean en mi cabeza asomada por la ventana regando gota a gota los árboles del parque en las espaldas dándonos la espalda y cargando sacos de palabras rotas en las cuatro paredes que aprietan los pulsos animales con los aullidos de plata en los cuerpos anudados en la eternidad del instante sobre un colchón que por fin descansa
Reírse es arriesgarte a parecer tonto. Llorar es arriesgarte a parecer sentimental. Alargar el brazo para agarrar al otro es arriesgarte a implicarte. Exponer tus ideas o sueños ante una multitud es arriesgarte a perderlos. Amar es arriesgarte a no ser correspondido. Vivir es arriesgarte a morir. Tener esperanzas es arriesgarte a perderlas.
Pero se tienen que correr riesgos. Porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada. Si no haces nada, si no arriesgas nada, tu existencia se oscurece. Es probable que de este modo evites sufrimientos, pero no vas a aprender, a sentir, a cambiar, a amar ni a vivir.
Encadenado a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo… y pierde su libertad. Sólo eres libre si arriesgas.
El mar sólo es un conjunto de olas sucesivas, igual que la vida se compone de días y horas, que fluyen una detrás de otra. Parece una división muy sencilla, pero esta operación, incorporada a la mente, ha salvado del naufragio a innumerables marineros y ha ayudado a superar en tierra muchas tragedias humanas. Recuerdo haberlo leído, tal vez, en alguna novela de Conrad. En medio de un gran temporal, el navegante piensa que el mar encrespado forma un todo absoluto, el ánimo sobrecogido por la grandeza de la adversidad entregará muy pronto sus fuerzas al abismo; en cambio, si olvida que el mar es un monstruo insondable y concentra su pensamiento en la ola concentrada que se acerca y dedica todo el esfuerzo a esquivar su zarpazo y realiza sobre él una victoria singular, llegará el momento en que el mar se calme y el barco volverá a navegar de modo placentero. Como las olas del mar, los días y las horas baten nuestro espíritu llevando en su seno un dolor o un placer determinado que siempre acaba por pasar de largo. Cuando éramos niños desnudos en la playa no teníamos conciencia del mar abstracto sino del oleaje que invadía la arena y contra él se establecía el desafío. Cada ola era un combate. Había olas muy tendidas que apenas mojaban nuestros pies y otras más alzas que hacían flotar nuestro cuerpo; algunas llegaban a inundarnos por completo con cierto amor apacible, pero, de pronto, a media distancia de nuestro pequeño horizonte marino aparecía una gran ola muy cóncava adornada con una furiosa cresta de espuma que era recibida con gritos sumamente excitados. Los niños nos preparábamos para afrontarla: los más audaces preferían atravesarla clavándose en ella de cabeza, otros conseguían coronarla acomodando el ritmo corporal a su embestida y quienes no veían en ella una lucha concreta sino un peligro insalvable quedaban abatidos y arrollados. Con cuanto placer dormía uno esa noche con los labios salados y el cuerpo cansado, abrasado por el sol pero no vencido. La práctica de aquellos baños inocentes en la orilla del mar es la mejor filosofía para sobrevivir a las adversidades. El infinito no existe, el abismo sólo es un concepto. Las pequeñas tragedias de cada día se componen de olas que baten el costado de nuestro navío. La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale. Una sola ola es la que te hace naufragar. De esa hay que salvarse.
['Las olas', extraído de 'El cuerpo y las olas', de Manuel Vicent]
¿Cuántos pájaros deben caer del cielo para que nuestras lágrimas se eleven para que olvidemos adular las formas para que obedezcamos la orden inaudible para que soltemos lo que tenemos empuñado para que metamos la cabeza en el hocico y cesemos de recorrernos en lugar de ser? ¿Dónde está el infierno prometido, dónde las llamaradas del instante, dónde la palabra convertida en alma, dónde los leones que se elevan mientras mil alas de metal caen del cielo? ¿Obtendremos la humildad del perro, lo leve de la brisa? ¿Cesaremos de vivir como una esfera flotando en el abismo? ¡Que lo sublime despegue de nuestros pasos las huellas ajenas! ¡Que se haga la luz en la oscuridad carente de significado! ¡Que un silencio con olor a sándalo invada la farsa del parecer! ¡Que nuestro corazón eche raíces en las cuatro esquinas del cosmos! ¡Que un rugido celestial recorra nuestros huesos cual un tren sin frenos! ¡Que el ladrido de los puercos convierta en lirios a nuestros tímpanos! ¡Que de la herida que corona a nuestra memoria mane un géiser de oro! ¡Que bajo la noche como un perro diurno devore el instante hasta agotar su miel! ¡Basta ya de bucear en túneles de gelatina amarga! ¡Basta ya de espejos arrogantes! ¡Basta ya de tanta boca huérfana de pantanos vestidos de profeta de vino estéril con sabor a yegua de morder un pan hecho de sangre! ¿Nos enseñó la vida a deshacer los nudos? Nos desprendemos de las máscaras de héroe de las sombras que arrastran nuestros talones de la aureola que aún nos ata a santos de barro Cuando el gallo sagrado suspire en el último punto el Arcano se abrirá desde adentro como una rosa blanca en el centro de nuestro pecho cantará una virgen de plata extraeremos de cada ojo de mármol una mirada cálida cesaremos de criticar para que el alma onírica se extienda aceptaremos que la piedra es piedra no importa quien la lance admiraremos la flor que se marchita tanto como la que se abre en la materia que fluye hasta su desintegración nuestra conciencia impulsará lo intangible hacia el sacrificio de los espejismos poblaremos con ilusiones la ansiedad del alba sembraremos diamantes en la estela del tiempo nuestra alma que nació ciega se cubrirá de ojos que no temen ver
La infelicidad no tiene nada que ver con una causa exterior, es una decisión interior. Si quieres seguir siendo infeliz, puedes serlo, sea cual sea la situación. Y también es verdad lo contrario. Si decides ser feliz, dichoso, celebrar, puedes serlo, independientemente de las circunstancias. Lleva tiempo darse cuenta de eso, porque al ego le resulta cómodo pensar que son los demás los que te están haciendo infeliz.
Sentado en la calma del precipicio me acaricia el aliento sereno del vacío para no convertir nuestro amor en vicio para llenar de peces este cauce sin río
No tengo calendario ni hora de salida no espero aviones ni barcos ni trenes no siento la invasión de la expectativa Quiero vivir en martes. Dejar el viernes
Espero a que la lluvia cale suave con miel fresca y aromas de esperanza que traigan la flor que me dé la llave para sentirme ave que el cielo alcanza
Como Julia siamesa con Betina estás con otro y matas con cuchillos de cocina, de día conmigo fundimos el mundo y, como fluidos, lo inundamos rebosa, flotamos, somo un sólo ser a favor de quien todo conspira protegidos por una red que se estira que nos cuida, todo es curva, suave, sencilla, luminosa nada es arisco ni arista
Viene la muerte que gobierna la aventura a escondidas la amante, la asesina la dulce mujer que pasa la fragilidad de los cuerpos el desgarro de las almas
Sopla la ausencia que libera y lastra la presencia que se ama y mata hasta una extenuación que de belleza estalla tan contaminada como sagrada que da tanto poder y me fusiona al universo, eterno y otras me disuelve hasta la nada
Se abre la fuente de cada obra la luz que crea cada sombra de mi cara llega el temor en cada esquina las ganas de tirarlo todo por la ventana la miel y el café al borde de mi cama la energía que abre el canal y serenamente me entrega al mar de tu mirada
Asoma el miedo a ti enredada en tu ovillo de lana de los tropiezos con tus tramas la desidia de tus días pesimistas derrumbando los muros con desgana
Mastico el miedo a mí consumido en el embudo que traga los tapices de mi corazón malva que mis fantasmas ebrios ganan mi ceguera convertida en lanza y de corazón escudo que dispara bloques de hielo de la Antártida
No tengo índice ni páginas numeradas ni me sé lo que dicen son letras ahogadas como en la tierra las lombrices
A veces soy lengua que se hunde, bucea y nada como un loco perro que sin hambre espera la llegada que no mengua de la mano que acaricia y castiga sin malicia que me tira y no recuerdo que me ordena y muerdo
Y vuelvo hasta que desmayes las plazas son frías y angostas las calles la rabia que tengo es mía la reconozco como a mis pulgas ermitañas de mis siestas y que en mis heridas hurgan cuando despierto en las aceras más vivo que muerto más ciego que tuerto
Sin olerte no sé si estás entonces orino en las farolas hincando colmillos de acero en cada esquina en cada bordillo y huyo convertido en rabo callejero con mi mente salada como el mar embrutecido de espuma y olas movidas por ombligos de parásitos amarillos insaciables de mis babas de mi ladridos amargos de gruñidos densos de peros que sobre mi espalda cargo sintiendo que mis ojos bajan al suelo mi corazón que tropieza con colillas y se convierte en rastrero y las alcantarillas rajan mi olfato y, sin sentidos, desaparece mi razón
y se alejan los días enteros en que tan sólo somos inconfundiblemente uno ramas, chispa, hoguera, brasas y llueven tormentas que apagan las luces de los hospitales y las avenidas sangran
Hasta mañana, amor he robado esta venda que cicatriza la risa que escuece mi lista de ideales duerme, pon a descansar cada una de tus prendas todo pasa
Eres lo que me hace satélite sin mi noche, sin mi tarde, sin mi mañana más que cuando consigo parar la luna sin mi momento lleno y en calma
Todo la orbita se desgrana alrededor de tu boca como el humo lento de una calada que irremediablemente me llama la leo, la gano, la desabrocho, resbalo y caigo en su abismo y me sujeto a este péndulo entre las nubes, vida plena: amor, sexo, alma, luz crepuscular en lo más seguro, la muerte amarga más fuerte y todo lo arrasa todo lo que eres, lo que soy e impregna las horas de penitencia y agonía enguyen el sentido de la aguja la sentencia está tan cerca impotencia y lamento no se ejecuta la pena nunca llega ese momento el verdugo es la condena empujan el condenado y el juez polos opuestos, todo a la vez.
Quizás tenga puesto el abrigo equivocado pero tengo tanto frío que sólo me tengo a mí como amigo y sentado junto a la hoguera descongelo mi sangre desnatada para hacerla entera y ser fluido
Mirar por la ventana descansar la mirada evadirte de la lección de clase dejar de escribir sin más esperar a que todo pase
Este calor que tengo habla del sudor que me entregas lo que mejor lubrica mis ejes
Sin pedirlo que te abras quiero para lamer tus huellas con mis alas negras de hereje
No temas si me quedo sé que si te toco quemas Recuerdo tu quejido cuando me coges y quemo
No te alegres si desaparezco sé que si me tocas crezco y llenas las puertas de bramidos y navegamos con un sólo remo
Todo llega, seamos pacientes para bien, dice el chileno Al subsuelo el amor intransigente Cada uno a un banco sereno y fresco para respirarnos apagar este fuego impenetrable y estanco que cierra al sol el cielo
Anudemos la garganta de caverna oscura y fría la llegada del calor no tarda un corazón es luz de día
Como girasoles de Jaén como pozos nevados de Aroche cojamos este próximo tren silencioso y calmado de medianoche
Planchemos nuestros trajes soportemos el zig-zag que escuece leamos poesía en el nocturno viaje y esperemos a que pase lo que tenga que pasar porque siempre lo hace tarde o temprano a pesar de las estrecheces siempre ocurre que amanece
La codicia ha contaminado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de envidia, de rencor. Nos ha llevado a la miseria y a la matanza. Hemos crecido demasiado deprisa, y... ¿De qué ha servido? La tecnología, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y vacíos. Hemos empezado a pensar pero hemos dejado de sentir. Nos hemos convertido en esclavos del destino...
¿Lo has pensado? ¿Realidad o imaginación? Han dado órdenes al jefe del estado de cada nación, conspiración contra nuestra libertad lo llamo, respiramos ansiedad y no avanzamos. Las empresas, modernas cámaras de gas, autómatas sin nombre, redactan otro informe más sobre el progreso ¿Qué progreso? yo sólo veo chavales de primero de ESO adictos al exceso. Nos aprietan las tuercas, la masa tuerta no puede vivir sin el tono de un móvil cerca. La educación es terca y nos amuerma, enferma, porque el director contrata siempre al profesor mas pelma. Así, el coeficiente intelectual decrece su índice, si alguien proclama que crece es otro cómplice y te miente. La mayoría vende el culo, se lo lame al jefe, asciende la escala social siempre. Si fumo en tu local no habrá cuartada, el humo de los coches es 10 veces más mortal y nadie hace nada. No salgas de la manada, calla y traga. Saben qué facturas debes, saben qué facturas pagas. Si apagas la televisión no hay otro entretenimiento y el silencio entre dos se hace violento. Hablar con sinceridad, llorar nuestra infelicidad, se toma como una muestra de de debilidad y me preocupo. Ahora todo es trabajo en grupo y del pensamiento único jamás se supo. ¡Creedlo! Entrad en mi ojo para verlo. Hasta el lobo solitario ya se siente mal por serlo. Mi gobierno es otro ejemplo de cinismo, un partido socialista que no practica el socialismo. ¿Dónde está el ideal de ayudar? Hay que pagar hasta por respirar. ¡Busca otro planeta al que emigrar!
Somos esclavos del destino. Así vivimos. Nos imponen las normas y jamás nos resistimos. Los jefes del presidente dictan el presente. ¿Crees que quien gobierna realmente no te miente? Esclavos del destino. Así morimos. Nos tratan como escoria y sin fuerza nos rendimos. Los jefes del presidente dictan el presente. ¿Crees que no controlan también tu mente?
El sistema penitenciario crea desconfianza. Hay que pagar una fianza que sólo al rico le alcanza. La desesperanza crea paranoia y mi alcalde tiene tanta panza que no ve su propia polla. Niños que desaparecen sin dejar rastro, sus padres padecen ya no dan a basto. Así el pueblo suplica más control sobre sí mismo y pronto le implantarán un GPS al organismo. Mecanismo para marionetas. ¿No sientes los hilos invisibles atados a la chaqueta? Y como buenos ciudadanos nada nos inquieta, no pensamos que el poder nos quiere ver con las manos quietas. Sólo moviéndolas para currar y en tenernos ocupados en comprar sin ningún motivo. El precio de una vivienda de mierda es abusivo y encima nos timan inventándose el Euribor. ¿Crees que es ficticio? El 90% sufre de estrés para que el fin de mes no sea un suplicio. Tu sacrificio no da beneficio, sin tiempo de saludar ni al vecino en tu edificio. Nos mueve el vicio y el morbo. A veces pienso que el sida fue ideado para eliminar estorbos, sin liquidar la libertad sexual, mientras la iglesia dice que usar condón es pecado mortal, ¡Me revienta! Como ver que en laboratorios saturan las grasas que luego nos alimentan. Así nuestra salud mental y física flaquea. Otro truco para hacer que obedezcas como sea. La esclavitud total se acerca. ¿No la oléis? ¿No conocéis el mundo en el que permanecéis? ¡No os preocupéis! Da igual si no me creéis. Yo le escupo en la cara este mensaje al 666.
Esclavos del destino. Así vivimos. Nos imponen las normas y jamás nos resistimos. Los jefes del presidente dictan el presente. ¿Crees que quien gobierna realmente no te miente? Esclavos del destino. Así morimos. Nos tratan como escoria y sin fuerza nos rendimos. Los jefes del presidente dictan el presente. ¿Crees que no controlan también tu mente?
Ahora mi voz está llegando a miles de seres de todo el mundo, a hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que oprime a los inocentes. a aquellos que puedan oírme les digo que no desesperen, nuestra desgracia es consecuencia de la pasajera avaricia y la amargura de los hombres que temen el camino del progreso humano, el odio de los hombres pasará y los gobernantes morirán y el poder que le quitaron al pueblo volverá al pueblo. ¡soldados! no dejéis que el futuro os esclavice, ¡luchad! ¡¡luchad por la libertad!!