02 junio 2011

Las sobras de esta inmensidad



muchas noches en las plazas
respirando sereno el humo de las flores
unas veces callado como los adoquines del suelo,
otras rebotando con el eco de mi energía
reconstruyendo la ciudad,
reviviendo a la gente que asoma ruidosa a mi encuentro

alimentar los días
que nos quedan por rasgar de este calendario
en el que siempre que miro la fecha es temprano
para abandonar este abrazo que nos damos
sin negarnos las sobras de esta inmensidad

vencer no es suficiente
cuando la derrota es conocida
y compartida

es la hora de merendarnos sin ojos
sin manos, sin piel, sin genitales...
robarnos el corazón
para contemplarnos flotando sin gases, vacíos.

puede que esta verdad sea una mentira
que solamente merezca la pena alargar
hasta que sea demasiado tarde

4 comentarios:

mafalda dijo...

.... ¿? ...
me acabas de desordenar...
jajajajaja
Eres genial.

Víctor Marín dijo...

Es uno de los juegos que tengo en mente... Desordenar poemas por estrofas, por versos... jugar con palabras en la oscuridad del azar y aportándole un poco de luz al ordenarlas...

Es divertido y muy interesante constatar cómo cambian los significados y significantes con el tiempo, con el orden de las cosas, cómo se rompen los vínculos que había entre las palabras, entre los versos y se generan otros nuevos aportando así un nuevo latir.

Es brutal sentir esto, porque son los mismos versos y sólo se han movido por estrofas.

Gracias por tus palabras y por seguir el rastro de las mías.

Un abrazo.

Gabriella dijo...

Un saludo Victor, vaya poema! La foto la tomaste tú? Me gustó, me habla de como lo cotidiano se mezcla con lo hermoso volviéndose hermoso también...

Víctor Marín dijo...

Sí, la foto la hice yo ;) Gracias por tus palabras, Gabriella. Un abrazo