El limonero cargado de primavera brilla al sol
el viento de la mañana congela
el cerebro busca los sueños perdidos
aquellas derrotas entre la bruma para rescatarlas con alcohol
el alma paciente enhebra el hilo y la aguja
acaricia sus alas rotas
y el corazón...
el corazón no puede soportar todo esto
cada día
apago uno, enciendo otro.
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