21 julio 2011

Universos - 14



No hay que esperar a una nueva aurora. El momento es ahora.

2 comentarios:

Víctor dijo...

De niño me pasaba las horas dibujando, dibujaba sobre cualquier papel que tuviese algún espacio en blanco, sobre el papel de envolver que se utilizaba en al tienda de mi padres, sobre las paredes.. . En mi casa había una segunda planta, el doblado la llamábamos, donde se colgaba la chacina de la matanza, y se colocaba el grano y ciertas frutas como los melones para que madurasen. Pues bien, sobre las paredes de esa estancia, mis padres me permitían dibujar. Y allí, sobre aquellas paredes no demasiado limpias porque sólo se pintaban de muy tarde en tarde, dibujaba figuras de tamaño natural : vaqueros, indios, caballos...Y me pasaba las horas , una vez dibujadas , jugando con aquellas figuras que eran tan reales como yo. Ahora, en mis ratos libres, las largas tardes que mi profesión me depara, dibujo y pinto, pinto y dibujo. Es , sin duda , algo natural, una llamada muy especial que me convoca y me permite pasar mis mejores horas dejando que las líneas se conviertan en formas, que los colores se complementen hasta formar un todo que es la obra(habrá que llamar a este todo de alguna manera).

Víctor Marín dijo...

... años después allí estaba yo con mis hermanos contemplando esas paredes, esos dibujos, esa energía que desprendían...

Cómo disfruté ese doblado, esas paredes, todos los objetos y mensajes de otro tiempo que hice míos en aquellas siestas de verano...

Ahora, al recordar esto, viajo a mi infancia y a la tuya desde la mía.

Te quiero, papá.