27 enero 2010

La luna de lana



La luna de lana
teje, gris, una manta
de gitanas, de mañanas,
de candelas, de gargantas.

Traza urnas de sal,
para meternos dentro,
llenos de leche de mar
y jugo de piernas disuelto.

Cabalga, taciturna y lerda,
sobre el fondo de los lagos.
De tu orilla en primavera
esnifa los aromas magros.

Tiene envidia del roce
de brebaje que rezumo.
Nos observa, reconoce,
y se eleva con el humo.

Crea alimentos y alarmas,
prende el aire lubricado
en las noches de fantasmas
que dilatan el asfalto.

Llama útero al puerto,
anima el baile de agujas,
te atrapa en otro cuerpo
y los ladridos te empujan.

22 enero 2010

En la rodilla de los días

En la rodilla de los días
se acomodan las palabras
que incomodan la garganta

Maduran, en su espera,
su propio tamiz consentido
hasta encontrar su tez metálica

Estiradas relajan como filos de navaja
Dobladas duelen como sonrisas de calabaza

En la rodilla de los días
se filtran los sudores fríos
y duermen vuelos de insectos

La lengua despega sin miedo
buscando el agua estancada
Regresa roja y satisfecha. Salada.

Cartílagos redondos,
nudos de intersecciones,
focos delicados, duros y convexos

Apoyos y articulaciones,
pasos a tientas, faldas,
curvas, heridas al vaivén del sexo

20 enero 2010

Automáticamente

Aquello no paraba de producir mundos, aquello era un inmenso huracán de locura creativa. El Yo vivía dentro de un polifacético dios demente. La razón era un barca pequeña sumergida en un océano infinito agitado por todas las tormentas, atravesado por todas las entidades, angélicas o demoníacas, aquello no hacía distinción, por todos los lenguajes vivos, muertos o por crear, por la inconmensurable multiplicación de las formas, por el absoluto desmembramiento de la unidad.

[Fragmento de 'La danza de la realidad', de Alejandro Jodorowsky]

18 enero 2010

Alma al mar



Una ola nunca dice adiós.
Es, saluda y muere
en su propia esencia.

¿Domar las olas?
¿Capturarlas?

¿Querer salvar su espuma
dispar y volátil?



La ola la quiero
para impregnarme en su humedad,
pegarme a su salitre,
mecerme en su vaivén,
disolverme y decantar,
flotar y acompañar su abrazo.

¿Hay sabor sin paladar?



El ser sólo mana en su medio:
alma al mar.

17 enero 2010

Piedra que lanzas



El porvenir es la asíntota entre el mar y el cielo.



Es el soplo del anhelo en el lienzo.



No es lastre. Es piedra que lanzas.

16 enero 2010

Tus labios como espadas



Desde ahora mismo y aquí
no hay otra manera de caminar
si desde el corazón a los dedos
tengo tu voz, tengo tu tos.

Yo soy, tan sólo
una hoja lejana que lleva y que trae el viento.
Qué viva siento mi lengua
oyendo el tiempo caer en los relojes de arena

Y vuelven a tus ojos desde el mar
todas las horas, todos los besos
que bebió tu boca roja
sólo por disimular.

Vale,
algunas veces, mejor no preguntar...
Quien quiera que seas
ven a llenar mis pocas horas lúcidas.

[Collage poético recortando las hojas de Drexler]

12 enero 2010

Ventana roja sobre azabache

Un paladar que no es noche sino
día de sístoles y letras que
te hablan sin vacilar. Como yo te
hablé en las tardes profundas
de isla y nube de menta. En
mi mano arde la hierba y su
vacío es arcilla y un árbol
con frutos, huesos, amor y
miedo. Siempre seremos líquidos
con dosis de vientre ígneo y
vulnerabilidad incipiente.

Si tengo pies, hay camino. Yo
me aliento y si muero, vivo. Te
apuras sin remedio en cada mueca,
en cada muerdo y rasguño. Hambre y
sinceridad que tira y afloja el ombligo
echándote de menos.

Gracias a la que es roja en libros
por su indalo blanco. Si
no es por su curva de luz, por no
irte, me elevaba de huellas.

¿Seguimos el latido? ¿Nadando o
paseando? Estrellas del mar de Jorge y de Alejandro.

10 enero 2010

Sintiendo los aeropuertos

A veces siento los aeropuertos.
Continuos vaivenes de flujos anunciados por megafonías estruendosas.
Estrés, confusión, prisas, espera, frustración, café.
Vidas resumidas en maletas anónimas y tratadas con desdén.

Sonrisas, besos, lágrimas. Bienvenidas y despedidas.
La torre de control atosigando y poniendo trabas.
Salidas, llegadas. Tierra, aire. Gris, azul.
Despegues esperanzadores y aterrizajes forzosos.

Me pasé el día sintiendo los aeropuertos.





Estoy intentado encontrar las palabras
que te cuenten lo que me pasa
cada vez que lo escucho
cuando las encuentre
serán todas tuyas
casi como yo...

impotencia, ansiedad, melancolía
enojo, desconcierto, deseo, intensidad
me pasé el día sintiendo los aeropuertos

[Piratas - Ansiedad]

Días de papiroflexia

Dos candiles rasgan la penumbra sellando la bodega de sabores.
De cabeza a la alberca, copa en mano, no hay resaca de otros labios.

Son tan fuertes las riendas de acero que la piedra entrega su cara labrada.
La sábana se abre y el viento le habla del frío que despierta la calle.
Se arropa sobre lechos de papel de aluminio y sueña que no se ha ido.

Observa, callada, arriba, las gotas servidas y no se inmuta pero los ama.
Las lunas transparentes muerden viveros de agua y resopla de alivio el viento helado.
Una suave gasa de luz envuelve el habitáculo y se desvanece el carmín recién quemado.

Cuando es hilo la voz de blanca el pozo se llena de una uva caprichosa.
Se siembra la tierra de péndulos, de muñecas y se afilan las pestañas.
Y por un tiempo no se detiene el enroque de esfera y vacío...
y la paradoja asoma por instantes: querer lo que no se quiere.

09 enero 2010

Arquitecto

Cabeza, suelo, paisaje, plano, cenicero, plato
Cielo, silla, chimenea, pecho, pantalla, reloj

Pulmón, luna, boca, copa, corazón, maleta
Oído, botella, techo, olfato, lágrima, fruto

Pared, estómago, mano, paseo, cuchara, ventana
Alma, maceta, alberca, lienzo, árbol, urna

Río, energía, mapa, médula, glándula, lengua, llave
Sombrero, guión, palabra, meta, aguja, plaza

No hay nada peor para un arquitecto que una casa vacía.