¿Perla en el hocico del perro eres tú la que aparece? ¿Eres tú la que navega en el río solitario de mi sangre? ¿Tú le ofreces un camino a mis huellas de cojo? ¿En ti mi conciencia ha extraviado sus espejos? ¿Cómo, infinita sábana de arena, he de encontrar tu ojo de agua? ¿Por qué tenías que ser tú y no la muerte?
Soy yo y no otra persona el que (me) salvo el que (me) hundo el que (me) hago daño el que (me) hago el amor el que (me) hago llorar el que (me) hago reír el que (me) descubro el que (me) abro el que (me) cierro el que (me) disfruto el que (me) molesto el que (me) limpio el que (me) contamino el que (me) engancho el que (me) acerco el que (me) alejo
Soy yo y no otra persona el que (me) interrumpo la experiencia el que (me) permito la sensación el que (me) hablo mal el que (me) digo palabras agradables el que (me) agredo el que (me) cuido el que (me) doy el abrazo el que (me) atiendo el que (me) dejo el que (me) acepto el que (me) amarro el que (me) rechazo el que (me) suelto el que (me) odio el que (me) amo el que (me) doy el que (me) quito
Soy yo y no otra persona (mi) maestro (mi) discípulo (mi) amigo (mi) enemigo
Siempre Todo está dentro (de mí) Nada hay que buscar fuera (de mí)
Lo que (me) sucede en el universo (mío) es (mi) causa y (mi) efecto
Siento que hay música con sol con luz música que me salpica agradablemente y me refresca
música para poco antes de salir del trabajo para limpiar con energía para bailar descalzo sobre la hierba para planear un día ilusionante para abrir los balcones, convertirme en aire y jugar con las nubes
If i told you things i did before told you how i used to be would you go along with someone like me if you knew my story word for word had all of my history would you go along with someone like me
i did before and had my share it didn’t lead nowhere i would go along with someone like you it doesn’t matter what you did who you were hanging with we could stick around and see this night through
and we don’t care about the young folks talkin’ ’bout the young style and we don’t care about the old folks talkin’ ’bout the old style too and we don’t care about their own faults talkin’ ’bout our own style all we care ’bout is talking talking only me and you
usually when things has gone this far people tend to disappear
no one will surprise me unless you do
i can tell there’s something goin’ on hours seems to disappear everyone is leaving i’m still with you
it doesn’t matter what we do where we are going too we can stick around and see this night through
and we don’t care about the young folks talkin’ ’bout the young style and we don’t care about the old folks talkin’ ’bout the old style too and we don’t care about their own faults talkin’ ’bout our own style all we care ’bout is talking talking only me and you
and we don’t care about the young folks talkin’ ’bout the young style and we don’t care about the old folks talkin’ ’bout the old style too and we don’t care about their own faults talkin’ ’bout our own style all we care ’bout is talking talking only me and you talking only me and you
La realidad se resume en dos palabras: permanente impermanencia.
[Alejandro Jodorowsky]
El apego es pensar que las cosas son permanentes en nuestra realidad, que es en esencia impermanente.
Por ejemplo, yo me comprometo con una chica y vivo con la ilusión de que esta felicidad durará siempre, o que moriremos juntos felices. O es pensar que nuestros padres vivirán siempre, o que un coche nuevo nos traerá felicidad y alegría. Todo esto es apego.
Para superarlo debemos analizar la esencia de las cosas, que es temporal y transitoria, y asumir la responsabilidad de nuestros actos, que determinan el presente y a la vez el futuro.
La ley budista de la causa y efecto nos enseña que sólo obtenemos lo que hemos sembrado.
Yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.
Lo siento.
Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.
Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de homres que temen seguir el camino del progreso humano.
El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.
Soldados.
No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.
Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.
Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.
Soldados.
No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón.
Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados.
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.
[Discurso de Charles Chaplin en 'El Gran Dictador', 1940]
Llueve por no hablar de la insoportable sensación de ser tan leve
Y se sumerge en corrientes subterráneas para deshacer la nieve
Si hablara desangraría el tiempo y con los planos de su conciencia cubriría de oro la tumba que cavara dentro del asfalto de la ciudad
Mi alma se salva con la inocencia de saberse levedad la misma debilidad y fuerza donde siempre es hoy ahora donde todo muere y nace acaba y comienza a ser verdad
Bajar estratos rastrear los propios subsuelos dejarse arrastrar por los ríos subterráneos sin ningún consuelo
Coger impulso y regresar a la superficie a mostrarse contra cualquier marea rendirse al sol velar todas las lunas nuevas y llenas
Entregar su volátil materia a la mano que empuja el aire renacer su voz dejar brotar las palabras los dientes, las caries
Hablar a los silencios de sus silencios y de sus desaires sembrarse en sí misma con las semillas que traiga el viento
E izar velas y navegar de nuevo saltar al vacío que llevamos dentro
Abandonarse al impulso de las olas
Volver a ser volátil volver al mar
[Escultura: 'Singing ringing tree' de Mike Tonkin y Anna Liu, diseñada con la idea de aprovechar los vientos característicos de la zona donde está ubicada para generar sonidos]
Es el prado fino color verdemar alfombra de tantos ruedos el que lamenta contaminado la fusión en la central
amalgama que engancha y ninguna parte distingue cinta sin fin que no cesa retuerce venas enreda, confunde y ondea a sus anchas
abril de feria animales y carromatos riendas y enganches al desasosiego de un trote que quiere el galope y derrapa en las afueras sobre escombros del ensanche
Imán
Naturales, neutros agudos, directos opuestos que excitan cohesionan, seducen en constante gravitación a las habitaciones con redes a los calles con sábanas a los árboles con bancos
Miradas sin ojos impermeables cuerpos sin cristales estancos que se esculpen en el tótem de los amantes en la espiral de una letra y una canción que cimbrea la hierba del paisaje
El empuje de la gloria obligatoria
[Acrónimo: e.g.o.]
El mar profundo en el que el corazón hundo y giran la nubes
Noria de alegorías negras que se hostigan y rastrean lo mismo
Se engarzan las hebras de achares, afeos sin gracia contiendas ofertas finas que brotan de los guarismos del mando a distancia
Mar que calmado el cielo toca y cae de la bruma espesa y rota revuelca sus olas propias para prenderlas en llamas engulle todo lo que flota
escribe cataclismo con conchas y espuma hace sonar su trompeta agranda su calado señala la luz que no penetra en la oscuridad de su abismo