19 marzo 2011

Llover por no hablar



A veces
mi alma llueve

Llueve por no hablar
de la insoportable sensación
de ser tan leve

Y se sumerge
en corrientes subterráneas
para deshacer la nieve

Si hablara
desangraría el tiempo
y con los planos de su conciencia
cubriría de oro la tumba que cavara dentro
del asfalto de la ciudad

Mi alma se salva
con la inocencia de saberse levedad
la misma debilidad y fuerza
donde siempre es hoy
ahora
donde todo muere y nace
acaba y comienza a ser verdad

Bajar estratos
rastrear los propios subsuelos
dejarse arrastrar por los ríos
subterráneos sin ningún consuelo

Coger impulso y regresar
a la superficie a mostrarse
contra cualquier marea
rendirse al sol
velar todas las lunas
nuevas y llenas

Entregar su volátil materia
a la mano que empuja el aire
renacer su voz
dejar brotar las palabras
los dientes, las caries

Hablar
a los silencios de sus silencios
y de sus desaires
sembrarse en sí misma
con las semillas que traiga el viento

E izar velas y navegar de nuevo
saltar al vacío que llevamos dentro

Abandonarse
al impulso de las olas

Volver a ser volátil
volver al mar

[Escultura: 'Singing ringing tree' de Mike Tonkin y Anna Liu, diseñada con la idea de aprovechar los vientos característicos de la zona donde está ubicada para generar sonidos]

Grabando mi nombre en una bala - 63



Más importante que te amen es que tú ames.

La unidad no es la exclusión de los contrarios sino la suma de los contrarios.

En nuestras heridas reside la curación. Son puertas por donde nos entra la Conciencia.

Un humano alcanza la plenitud de su fuerza cuando aprende a no dañar.

No desees tanto que no puedas recibir por estar lleno de deseos.

[Alejandro Jodorowsky]

El cuento de la luna, la princesa y el lobo [1]



Nuclear

Es el prado fino
color verdemar
alfombra de tantos ruedos
el que lamenta contaminado
la fusión en la central

amalgama que engancha
y ninguna parte distingue
cinta sin fin que no cesa
retuerce venas
enreda, confunde
y ondea a sus anchas

abril de feria
animales y carromatos
riendas y enganches
al desasosiego de un trote
que quiere el galope
y derrapa en las afueras
sobre escombros del ensanche



Imán

Naturales, neutros
agudos, directos
opuestos que excitan
cohesionan, seducen
en constante gravitación
a las habitaciones con redes
a los calles con sábanas
a los árboles con bancos

Miradas
sin ojos impermeables
cuerpos
sin cristales estancos
que se esculpen
en el tótem de los amantes
en la espiral de una letra
y una canción
que cimbrea la hierba del paisaje



El empuje de la gloria obligatoria

[Acrónimo: e.g.o.]

El mar profundo
en el que el corazón
hundo y giran la nubes

Noria
de alegorías negras
que se hostigan
y rastrean lo mismo

Se engarzan las hebras
de achares, afeos sin gracia
contiendas
ofertas finas
que brotan de los guarismos
del mando a distancia

Mar que calmado
el cielo toca
y cae de la bruma
espesa y rota
revuelca sus olas propias
para prenderlas en llamas
engulle todo lo que flota

escribe cataclismo
con conchas y espuma
hace sonar su trompeta
agranda su calado
señala la luz que no penetra
en la oscuridad de su abismo

No cabe el mar en una maleta

16 marzo 2011

Las casualidades no existen



No somos marionetas en manos del azar. La vida no es un accidente regido por la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste creerlo, recogemos lo que sembramos. Veamos la vida como un continuo aprendizaje.

Formamos parte de una sociedad materialista, desencantada del mundo en el que vivimos. Por eso, en general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestras acciones, pues en última instancia las cosas pasan por "casualidad". Esta visión nos convierte en meras marionetas en manos del azar.

En paralelo, muchos individuos nos hemos vuelto "nihilistas". No es que no creamos en nada. Simplemente "negamos cualquier significado o finalidad trascendente de la existencia humana". De ahí que orientemos nuestra vida a saciar nuestro propio interés.

Pero ¿realmente la vida es un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente? Lo irónico es que la existencia de estas creencias limitadoras pone de manifiesto que todo lo que existe tiene un propósito, por más que muchas veces no sepamos descifrarlo. No en vano creer que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestra vida refuerza nuestro victimismo. Y pensar que la existencia carece por completo de sentido justifica nuestra tendencia a huir constantemente de nosotros mismos.

Es decir, que incluso estas creencias no están ahí por casualidad, sino que cumplen la función de evitar que nos enfrentemos a nuestros dos mayores temores: el "miedo a la libertad" y el "miedo al vacío". Mientras sigamos creyendo que nuestra propia vida no depende de nosotros, podremos seguir eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. Y mientras sigamos pensando que todo esto no es más que un accidente, podremos seguir marginando cualquier posibilidad de encontrar la respuesta a la pregunta ¿para qué vivimos?

DEL POR QUÉ AL PARA QUÉ

"El caos es el orden que todavía no comprendemos"(Gregory Norris-Cervetto)

Cegados por nuestro egocentrismo, solemos preguntarnos por qué nos pasan las cosas, en lugar de reflexionar acerca de para qué nos han ocurrido. Preguntarnos por qué es completamente inútil. Fomenta que veamos la situación como un problema y nos lleva a adoptar el papel de víctima y sentirnos impotentes.

Por el contrario, preguntarnos para qué nos permite ver esa misma situación como una oportunidad. Y esta percepción lleva a entrenar el músculo de la responsabilidad. Una actitud mucho más eficiente y constructiva. Favorece que empecemos a intuir la oportunidad de aprendizaje subyacente a cualquier experiencia, sea la que sea.

Y esto es precisamente de lo que trata la "física cuántica". En líneas generales, establece que "la realidad es un campo de potenciales posibilidades infinitas". Sin embargo, "solo se materializan aquellas que son contempladas y aceptadas". Es decir, que ahora mismo, en este preciso instante, nuestras circunstancias actuales son el resultado de la manera en la que hemos venido pensando y actuando a lo largo de nuestra vida.

Si hemos venido creyendo que estamos aquí para tener un empleo monótono que nos permita pagar nuestros costes de vida, eso es precisamente lo que habremos cocreado con nuestros pensamientos, decisiones y comportamientos. Por el contrario, si cambiamos nuestra manera de pensar y de actuar, tenemos la opción de modificar el rumbo de nuestra existencia, cosechando otros resultados diferentes. El simple hecho de creer que es posible representa el primer paso.

LA TEORÍA DEL CAOS

"El aleteo de una mariposa puede provocar un 'tsunami' al otro lado del mundo" (proverbio chino)

Lo mismo nos sugiere "la teoría del caos". Por medio de complicados e ingeniosos cálculos matemáticos "permite deducir el orden subyacente que ocultan fenómenos aparentemente aleatorios". Dentro de estas investigaciones, destaca "el efecto mariposa". Para comprenderlo, un ejemplo: imaginemos que un chico se va un año fuera de su ciudad para estudiar un máster en el extranjero. Y que al regresar a casa entra a trabajar de becario en una empresa. Allí aparece una nueva becaria, a quien sientan a su lado. Nada más verse, los dos jóvenes se enamoran. Y seis años más tarde se casan, forman una familia y viven juntos para siempre.

En este ejemplo, "el efecto mariposa" estudiaría la red causal de acontecimientos que hicieron posible que el chico coincidiera con la chica en un lugar físico determinado en un momento psicológico oportuno.

Al observar su historia detenidamente, comprobamos que el joven decidió estudiar un máster a raíz de la separación con su exnovia, a quien conoció años atrás en una discoteca. Remontándonos a esa noche de fiesta, destaca que el chico decidió salir con sus amigos tras perder una apuesta. Es decir, si no hubiera perdido la apuesta no habría ido a aquella discoteca y, en consecuencia, no habría conocido a su exnovia. Y si esta no lo hubiera dejado, no habría estudiado el máster, que es lo que le permitió entrar a trabajar de becario. Y fue precisamente este empleo el que le posibilitó conocer y enamorarse de la mujer con la que pasaría el resto de su vida. Perder una simple apuesta le llevó a ganar un amor eterno.

LA LEY DE LA SINCRONICIDAD

"Lo que no hacemos consciente se manifiesta en nuestra vida como destino" (Carl Jung)

Nuestra existencia no está gobernada por la suerte ni el azar, sino por "la ley de la sincronicidad". Esta determina que "todo lo que ocurre tiene un propósito". Pero como todo lo verdaderamente importante, no podemos verlo con los ojos ni entenderlo con la mente. Esta invisible red de conexiones tan solo puede intuirse y comprenderse con el corazón.

La ley de la sincronicidad significa que "aunque a veces nos ocurren cosas que aparentemente no tienen nada que ver con las decisiones y las acciones que hemos tomamos en nuestro día a día, estas cosas están ahí para que aprendamos algo acerca de nosotros mismos, de nuestra manera de disfrutar la vida".

De ahí que mientras sigamos resistiéndonos a ver la vida como un aprendizaje, seguiremos sufriendo por no aceptar las circunstancias que hemos cocreado con nuestros pensamientos, decisiones y acciones. No existen las coincidencias. Tan solo la ilusión de que existen las coincidencias. De hecho, "la ley de la sincronicidad" también ha descubierto que "nuestro sistema de creencias y, por ende, nuestra manera de pensar determinan en última instancia no solo nuestra identidad, sino también nuestras circunstancias".

Por ejemplo, que si somos personas inseguras y miedosas, atraeremos a nuestra vida situaciones inciertas que nos permitan entrenar los músculos de la confianza y la valentía. Así, los sucesos externos que forman parte de nuestra existencia suelen ser un reflejo de nuestros procesos emocionales internos. De ahí la importancia de conocernos a nosotros mismos.

LA LEY DEL KARMA

"Cada uno recoge lo que siembra"(Buda)

Si bien la "física cuántica", "la teoría del caos", el "efecto mariposa" y "la teoría de la sincronicidad" son descubrimientos científicos llevados a cabo en Occidente a lo largo del siglo XX, lo cierto es que no tienen nada de nuevo. En Oriente se llegó a esta misma conclusión alrededor del siglo V antes de Cristo. Según los historiadores, por aquel entonces se popularizó "la ley del karma", también conocida como "la ley de causa y efecto".

La ley del karma afirma, en esencia, que "todo lo que pensamos, decimos y hacemos tiene consecuencias". De ahí que en el caso de que cometamos errores, obtengamos resultados de malestar que nos permitan darnos cuenta de que hemos errado, pudiendo así aprender y evolucionar. Y en paralelo, en el caso de que cometamos aciertos, cosechemos efectos de bienestar que nos permitan verificar que estamos viviendo con comprensión, discernimiento y sabiduría.

Esta es la razón por la que los sucesos que componen nuestra existencia no están regidos por la "casualidad", sino por la "causalidad". Según "la ley del karma", cada uno de nosotros "recibe lo que da", lo que elimina toda posibilidad de caer en las garras del inútil y peligroso victimismo.

PARA 'VER' LA CAUSALIDAD
1. LIBRO

- 'El misterio de las coincidencias', de Eduardo Zancolli y Deepak Chopra (RBA). Un libro que expone de forma clara los últimos descubrimientos acerca de las leyes que rigen las causalidades de la vida. Según los autores, lo que nos sucede tiene la función y la finalidad de que aprendamos y evolucionemos.

2. SERIE

- 'Perdidos', de Jack Bender y otros directores. Un grupo de seres humanos sobrevive a un accidente de avión en una misteriosa isla. La trama gira en torno a la función que tiene el destino en sus vidas. Todos ellos se verán confrontados con las decisiones que tomaron en su pasado, viendo la manera de aprender y redimirse en el presente.

3. CANCIÓN

- 'Karma police', de Radiohead. El nombre proviene de una broma de los miembros de la banda, quienes frente a cualquier conducta indebida a lo largo de la gira de su disco 'OK computer', en 1997, bromeaban y decían: "No importa, tarde o temprano, al responsable se lo va a llevar la policía del karma".

[Fuente: www.elpais.com]

Para mí la canción que mejor ilustra este artículo de 'El país' es esta del genial Jorge Drexler, 'Todo se transforma'.



Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

15 marzo 2011

Se exprime así el alma



Con las piedras, con el viento
hablo de mi reino.

Mi reino vivirá mientras
estén verdes mis recuerdos.
Cómo se pueden venir
nuestras murallas al suelo.
Cómo se puede no hablar
de todo aquello.
El viento no escucha. No
escuchan las piedras, pero
hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.

Hay que no sentirse solo.
Compañía presta el eco.
El atormentado grita
su amargura en el desierto.
Hay que desendemoniarse,
liberarse de su peso.
Quien no responde, parece
que nos entiende,
con las piedras, con el viento.

Se exprime así el alma. Así
se libra de su veneno.
Descansa, comunicando
con las piedras, con el viento.

[José Hierro - Con las piedras, con el viento...]

[Fotografía: David Marín Gómez, actor]

14 marzo 2011

Grabando mi nombre en una bala - 62



Era yo adolescente cuando mi tío Baldo ---

[...] gran persona[je] que vivió cómo y lo que quiso, y que tenía un punto de vista de las cosas muy enriquecedor por la excentricidad que caracterizaba a todo lo que expresaba [...]

[...] esté donde esté, hoy día seguirá nutriendo lo que le rodea con su particular manera de ser y estar [...]

--- me dijo 'la mujer es la que elige al hombre, la que liga, la que hace que el hombre se enamore de ella. E incluso hace creer al hombre que es él el que lo hace'.

Hoy, me encuentro con que el gran Alejandro Jodorowsky dice 'La conquista que hace el macho es provocada o consentida por una hembra hábil. El cazador muchas veces es la presa'.


[...] Y yo lo siento
en los portales escritos con los labios
en las sábanas más estrechas
en las barras del cielo
en las aceras de seda
en las costuras de los árboles
en las cortezas de los asientos traseros
en las estrellas de los bares
en los mensajes oscuros y solitarios [...]

[Ilustración: Baldo]

Suena el silbato de vapor - 13



No sé cómo
de pronto llega
saltan las astillas de mi momento
y ya...

ya estoy inmerso
en mi profundidad
me sumerjo
y sobre mí ese peso
del instante denso
que lentamente cae
dividido en mil instantes
y se clavan como barrotes
cortina a cortina
muy hondo e intenso
y me hacen preso

Y me vuelvo lámina
reclamo del viento
se concentra mi sustancia
en miles de planos me voy laminando

Todo se reduce a nada
mis rocas se hacen piedras
y éstas, blanda tierra
y ahora arena
acabo en agua que fluye...
fluyo!

Y termino en nada

Nada

Y se desangra el tiempo

Y sólo queda derramar lo que me brota
al abrigo de mi mar
que es este amor
este silencio

[Pintura: Juan Manuel Seisdedos]

13 marzo 2011

Mi calle se pinta de patio de colegio



Se arropa el valle
y la montaña con el frío
del color que empaña
el de la pólvora
el de plata
que se apaga en mate
y mata de transeúntes la calle

Se siembra con el brío
de vivas corrientes
la tierra y los bordillos
y corren canales intermitentes
como truchas en los ríos

Salpica el carnaval con celo
sus carcajadas de goma
y elástica felicidad pintada.

Se prenden las hogueras de gente
con tréboles de la suerte
y disfrutan los duendes
con los hongos incipientes

de la tierra recién mojada
con reflejos transparentes
que resucitan los verdes
para elevarse hasta el cielo.

Cientos de miles de millas
de brotes de soja y cristales
en chasquidos contra al suelo
y lamen las pestañas
y penetran las gargantas
de las alcantarillas

Señales que cantan
el tráfico para nadie
el torso de las aceras
son el espejo
del humor del día
y rugen los flashes del felino
que nos cubre con su manta

Inclina el viento con inquina
las farolas, los sombreros
se rizan los rizos
los remolinos de los cabellos
de todas las esquinas

se limpian de ruidos
las avenidas
las patas que se lamentan
una vez metidas
las idas de las azoteas
contaminadas de ladridos

reviven los tejados
celebran los nidos
la ausencia de ruedas
se apaciguan los rojos
semáforos de fuego acelerado

se aclaran para que veas
los humos de las cabezas
con cara de ladrillo
de corazones y chimeneas

se lava todo
pieles, carne, hueso
se filtra
el recuerdo salitre
del beso de procedencia marina

las almas
descorren las cortinas
se despliegan
y al viento se estiran

se reinicia el mundo
se reactiva
y brilla

09 marzo 2011

La corriente enseña el camino hacia el mar



El corría, nunca le enseñaron a andar,
se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.

El valor para marcharse,
el miedo a llegar.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

[Vetusta Morla - Copenhague]

08 marzo 2011

Suena el silbato de vapor - 12



mis canciones
encontradas y recibidas
como esferas cuestabajo
llegan y siguen
ruedan y ruedan por dentro

reales y bellas
dan paz y tiemblan
como la llama
que me prende
de amor
temor
belleza que embelesa
revive y abrasa
hasta matar
y siempre me atrae
de alma, corazón, cabeza

[fuego]

ellas
yo no
vienen
acarician mi aire

son ellas
las que me escuchan
y se encienden
con mil bolas de luz
naranjas
en mil ventanas con alas
azules

y arden de sed
y calman el hambre

se clavan en mi arena y juegan
con las olas
remolinos de la leche lunar

y nado en la densidad
soy gelatina y cristal
tinaja y arcilla
mis manos, mi torno
mi creatividad
mi molde

fertilidad brutal
desquiciada en el vértigo
de mi vacío
pico y valle, cauce y río
mi lengua de roca impasible

emoción flotando de sosiego
nervio de mi vientre al que me entrego
el ojo que mira a la bestia
que abriga lo que nunca se agota

[combustible]